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^^^•Gael•^^^

Llegué a mi casa y tan pronto abrí la puerta escuché los pasos apresurados de mi mamá bajando las escaleras.

Quité mi cara de enojo y sonreí para ella...

-¡¡Hijo!!

-Hola mamá- La abracé

-¿Cómo te fué en la escuela?- Me decía con esa voz tan dulce que tenía, mientras correspondía a mi abrazo

-Bien mamá, fui a comer con mis amigos, así que no te preocupes

-De acuerdo, ve a cambiarte- Dijo un poco seria

-Sí

En el fondo sabía que mi mamá se daría cuenta de que algo me pasó, es muy difícil engañar a las madres, conocen tan bien a sus hijos que es casi imposible ocultarles algo.

Me bañé y me puse la ropa más cómoda que tenía, cuando terminé de cambiarme, bajé las escaleras y me dirigí a la cocina.

Vi a mi mamá preparando algo, así que me acerqué a ella.

-¿Te ayudo?- Le dije atrás de ella

-¿Qué sucedió mientras estabas con tus amigos?- Preguntó con una tierna voz mientras batía una mezcla

-Nada importante mamá, no te preocupes- Dije lavando mis manos

-¿Estás seguro?

-Sí

-¿Y esa marca en tu brazo?

Mierda... Estaba maldiciendo a medio mundo, había olvidado ponerme una blusa de manga larga.

-Ahh, esto...

-Mhm

-Estaba por tropezar en las escaleras, así que Julio me detuvo para no caerme, tiene mucha fuerza...- Dije desviando mi mirada

Odiaba mentirle a mi mamá. Mi madre se limitó y no dijo ni una sola palabra, era obvio que no me creería, pero igual decidió dejarlo así.

-Ven, te pondré algo para curarte

-Gracias mamá

Me colocó suavemente una pomada y después me vendó el brazo.

-Listo, ayúdame a preparar las galletas

-¡Claro!

Cocinar con mi mamá me hace olvidar todo lo que me pasa en el día, su sonrisa me confortaba y me llenaba de una paz inmensa... Después de unos minutos jugando y cocinando metimos las galletas al horno.

-¡Mira este desorden!

-Jaja, tú empezaste mamá

-Cierto, pero te toca limpiar

-¿Qué?

-Ayer lo hice yo, hoy te toca a ti

-Bien- Le dije rodando los ojos

-De acuerdo, iré a sentarme, estoy cansada

-Si

Mi mamá se fue a la sala y comencé a escuchar unos ruidos muy fuertes, me dirigí lo más rápido posible a la sala y vi a mi mamá tosiendo con fuerza, regresé a la cocina y fui por un vaso con agua para dárselo.

-Mamá... ¿Estás bien?

-Si hijo, solo me dio un ataque de tos- Me dijo después de haberse terminado el agua- Últimamente siento la garganta un poco seca

-Deberíamos ir al doctor... ¿Necesitas algo más?

-Tranquilo, estoy bien, mejor ve a revisar las galletas

-Ya las saqué del horno, ¿Vemos una película?

-Me parece una gran idea

-Bien

Estaba muy preocupado por mi mamá, jamás había tosido de esa forma, espero que no sea nada grave. Regresé a la sala con las galletas y vi una película con mi mamá.

Así estuvimos toda la tarde hasta que me quedé dormido...

Sentí como alguien me colocó una cobija y me dió un suave beso.

-Descansa hijo...- Me dijo con su suave voz

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