Capítulo 2

MALIKA... 

Inspeccione mi traje ante el espejo, solo tengo permitido tener un aspecto inmaculado, como una de las líderes supremos del mundo, mi porte y elegancia debe ser igual o superior a los demás. Hacia dejo claro que estoy a su altura pese a ser mujer. 

Soy la única mujer de entre las 5 grandes naciones; soy la cabeza de todas las mujeres, por lo tanto debo dar lo mejor de mí. 

Estoy algo emocionada, hoy un nuevo líder supremo será revelado. Escuche algunos rumores, dicen que es un hombre: misterioso, pulcro, de elegancia y, sobre todo, de una sonrisa atrevida que irradia maldad. 

"Bueno, me encargaré de juzgarlo yo misma, espero que no solo sean rumores, hombres como esos, ya no hay y si lo hubiera... sería la primera en ocuparlo, tengo mis propios motivos".

Una vez ya inspeccionado mi aspecto, me dirigí a la reunión de líderes supremos.

Al llegar me encontré con: una mesa redonda, una gran pantalla y, una sala espaciosa.

A los alrededores de la sala. Cientos de hombres militares de alto rango armados: listos para proteger y dar su vida por nosotros (si la situación la amerita).

Me siento como una diosa, ser la única mujer aquí, me llena de grandeza y orgullo, por mi ego saque más mi pecho, haciendo remontar mis melones, como me encantan esto, jamás me cansaré... Me encanta sentirme como una diosa empoderada. 

Nadie me habló, era la norma, solo veníamos para algo y era presenciar al nuevo líder supremo, uno vez terminará su discurso debatiríamos si es rentable tenedlo aquí junto a nosotros, no podemos colocar a un idiota en nuestras filas. 

En este momento todas tenesmos una tregua, por así decirlo, pero cada vez que un nuevo líder supremo es elegido. Se tiene que volver a retomar la elección si volverle a dar la tregua a dicha nación o no, todo depende de este momento, si nos decepciona... Lo eliminaremos.

Siempre puede haber un hombre sin cerebro en el poder, más que todo, por eso observamos, si es muy idiota en vez de eliminarlo tal vez lo acojamos, solo para tenerlo de títere. 

La pantalla se ha encendido, al mismo tiempo que un hombre bien parecido apareció, no puedo evitar sonreír. "es muy apuesto, ojalá y tenga celebro, lo haría mejor".

El hombre sonrió de manera atrevida, no era una sonrisa amistosa, emanaba maldad, vestía un traje negro completo y unas hermosas gafas negras que le combinaban, parecía un hombre sacado de alguna revista de modelaje. Su caminar y postura solo lo podían definir como noble. 

"Bueno, nadie le quita que está bueno, pero... Lo importante aquí es su celebro, veamos cuanto tienes".

Luego de la presentación del nuevo líder supremo:

—Es un maldito loco, será mejor tenerlo de nuestro lado. —Mark hablo, uno de los líderes supremos.

Existen, en esta tierra cinco naciones: noua, rose, ki pa lage, libete. Esta última es la que ahora, gobierna taylor.

—Tienes razón, empezó bien, se ganó el cariño y la estima de la gente, en solo su presentación, y el bajar la cabeza le dio más credibilidad a sus palabras de estar dispuesto a todo. —Patricio añadió a las palabras de mark.

El resto solo guandaban silencio.

Todos analizaban la escena ocurrida antes sus ojos, tenían que estudiar a su nuevo oponente. 

Sonreí. "es un tipo muy interesante, jugaré con fuego, espero no quemarme...".

—Yo digo que lo acojamos, tipos como él no se encuentran todos los días. ¿no es más sabio tenerlo como amigo?

—¡oh! esto es nuevo, ¿es tu primera propuesta "mujer"? —Mark hizo una acentuación burlona en la palabra mujer. 

Levante la ceja, Mark es un machista en toda la palabra. Incluso, la palabra le queda pequeña. En su nación las mujeres son prácticamente esclavas y su libertad es casi nula, es todo lo contrario a mi nación.

—¿Tienes algún problema con eso?

No pienso dejarme pisotear por un simple hombre, llegue aquí por mis propios medios, no le vendí mi cuerpo a ningún hombre para ser la mujer que hora soy y donde estoy. 

—¿Qué harás si te digo que si tengo problema? La mujer solo debería de estar pa chupármelas y lamer mis pies, no tiene necesidad de pensar —Mark hizo una expresión burlona—. Además, solo sirvan para esto.

Mark con una manos hizo un círculo y con el dedo se su otra mano lo clavó.

Fruncí el ceño, estaba a punto de hablar hasta que alguien me ganó:

—Pero que oyen mis oidos. Una feminista y un machista peleando, esto no se ve todos los días, es muy interesante, machista; las mujeres no sirven para nada, feministas; los hombres no sirven para nada. ¿qué no ven que tiene mucho en común? —Patricio también se unió a la charla. 

—No quiero escucharlo de un dictador como tú. ¿no humillas y tienes bajo control todo? En tu nación ni los niños se salvan de tu dictadura, ¿por lo menos les da de comer? —Reproche contra Patricio.—

Todos los hombres que hay aquí me caen de la patada. Prefiero que me corten la vagina con un machete, que seguir hablando con estos mequetrefes. 

—Me pregunto que haré él... Es la única nación que aún queda libre ¿no? Su gente tiene mucha libertad, y su pensamiento ha volado mucho... —Mauricio, uno de los líderes supremos, dio su opinión, fuera de nuestra discusión. 

—Ciertamente, es intrigante, hay de todo allí, tanto que da miedo, hay una cosa horrorosa que llaman música electrónica, es un dolor para mis oídos. —Patricio también se quejó, arrugado más su cara de lo que ya estaba. 

—Esa nación siempre me ha caído mal... Hombres con falda. ¿qué mierda es eso?... Lo sabía, es lo que pasa cuando las mujeres piensan, que denigración a los hombres. ¡Ay! nosotros que damos la vida en incontables batallas... Ahora con falda... No puedo imaginarme una mayor ofensa —Mark dio a conocer a todos su disgusto.

—Bueno. No es que podamos hacer algo, fue un acuerdo pactado en la antigüedad. Ninguna nación intervendrá con la otra, y ninguna persona de otra nación podrá ir a otra, así mantenemos el equilibrio, y costumbres de manera estable. La única forma de asegurar la supervivencia del ser humano. —Mauricio habló claro y fuerte para todos—. Se ha decidido, lo uniremos a la tregua de líderes supremos, yo mismo me encargaré de enviarle la invitación.

Todos en la sala asistieron, no había nada más que objetar, todos había dado a conocer lo que pensaban respecto al tema, y un nuevo líder supremo estaba por llegar.

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