Prólogo

Taylor miró las gradas ante él, sonrió, atroz y cruel, respiro profundo y exhalo aire de grandeza. 

Una vez calmada su emoción, subió por las gradas, cada vez que su rodilla se alzaba y la apoyaba en otra grada, placer y alegría salvaje correr por él. 

Taylor acomodo su saco negro de manera elegante y fina, al mismo tiempo que con la punta de sus dedos subía sus lentes negros, todo esto lo hacía por drama. Por diversión y porque le placía. 

Taylor llegó al podio, ante él una inmensa multitud. Con pancartas y carteleras, que decían: ¡te amamos Taylor, el nuevo líder supremo!, todos en la multitud saltaban y gritaban de manera loca y desordenada. 

Taylor borro la sonrisa en su cara y la aguardo para sí mismo dentro de sí, aplaudió y la multitud se calló. 

Taylor miró a la mujer al lado de él, ella se acercó a él, tomó el micrófono del podio y lo acercó a la boca de Taylor. 

Taylor humedeció sus labios con su lengua e hizo un breve y corto; "Cof" 

—bien, mis queridos ciudadanos, gracias a vosotros. Hoy yo; Taylor Walker. Seré su nuevo líder supremo.

>>Me complazco en que me permitan guiarlos y a orientarlos... les prometo que estaré a la altura de sus expectativas, haré un lugar mejor para cada uno de vosotros, como prometí antes: mi vida será dedica a esta nación, mujeres que antes caminaban con miedo por las calles. Hoy les digo a vosotras eso se va a acabar, del mismo modo... —Taylor tomó el micrófono es sus manos, todas las cámaras se enfocaron en él, mostrando a todo el mundo su perfil.—

Taylor es el nuevo líder supremo, gente de toda una nación lo ve en este momento, a través de todos los lados, así que aprovechando la  ocasión, Taylor le mostraría a la nación, que sus palabras son verdaderas. Le mostraría a toda una nación el tamaño de sus huevos y él alcance dé sus palabras, con esa determinación, agregó:

—A todos aquellos, hijos de su madre que me miran, si, me refiero a vosotros, bazofias humanas, que abusan y violan por diversos, a todos aquellos que les gusta someter y pisar, a todos aquellos que con un arma se sienten muy gallos... Los invito a que salgan a las calles, hagan lo que más le gusta hacer, abusen del inocente y opriman al débil, ninguna palabra que yo os diga en este momento cambiara lo que vosotros hacéis, por eso... Lo demostraré con hechos... No habrá piedad para vosotros, la cárcel se acabó... Solo les quedará la muerte..., pero... ¿Quién soy yo para juzgar?... Por eso lo harán vosotros. —Taylor miró a la mujer que tenía al lado, ella asistió. 

Un hombre fue traído. El hombre amordazado fue colocado de rodillas ante todo la multitud, la cabeza del hombre mira hacia abajo, sus ropas están rasgadas y su cuerpo sucio. 

Taylor habló con firmez. —escuchad, este hombre que os veis, abuso de una niña, cruelmente y la mató —Taylor se paró detrás del hombre—. Tomad una decisión, yo mismos haré esta tarea, nadie más la hará, me mancharé las manos por el bien de todos vosotras, pero os repito... ¿Quién soy yo para juzgar?... Por eso, la decisión será suya, que viva o que muera, tomadla ahora.

La multitud se congeló, esto para ellos era igual que matar alguien indirectamente, todos se miraban entre sí, unos bajan la cabeza, otros asistían, pero nadie tenía los ovarios ni las huevas de decir: matadlo. 

Taylor frunció el ceño. "" gente estúpida y de cristal, pedid justicia y cuando se las dais, arrugan el pellejo", Taylor miró a la mujer a su lado, ella le trajo dos cosas: un arma y una navaja.

Taylor miró a la multitud. 

—mirad, está navaja que está en mi mano izquierda será la liberación de este hombre, y está arma que está en mi mano derecha, será  su condena, decidid, mujeres que me oyen y aquellos padres con hijas, dejaran a esta bazofia humana andar suelto en las calles, ¿podrán dormir cuando sepan que su misma decisión llevó a su hija o hijo a la tumba?, os dejo a vosotros la decisión, no diré nada más, os daré 5 minutos, si en eso no han decidido, yo os lo libera y lo soltaré... Lo que él haga una vez sea libre, será vuestra culpa. —Taylor cerró su boca, psicología básica.

Todos en la multitud se miraban, hombres y mujeres por igual.

"están por reventar, siempre hay aquellos que creen que la justicia por la mano es mejor, pero temen ser juzgados por los demás, hablad, decid, guíen a los demás, ¿dónde están aquellas que pelean por las mujeres cuando  verdad se necesitan?, tendré que darles un pequeño empujón".

Taylor miró a la mujer que tenía al lado, con la navaja, rompió su camisa revelando su pecho y agarro uno de sus senos.

Taylor miró a la multitud. 

—escuchad, ¿creéis que esto que acabó de hacer esta bien?

Después del tiempo suficiente, como para entender lo que pasaba ante sus ojos, la multitud rigió: ¡Noo!

Taylor sonrió en su corazón. "como pensé, la gente reacciona mejor a los hechos que ve".

—Entonces, ¿por qué les es fácil juzgarme a mí, que hago una demostración para vosotros, y no a él, que ha cometido el hecho?

La multitud se calló, y se robaban miradas jnls otros, como esperando quien tenía la iniciativa de responder.

Mientras la multitud reflexionaba, taylor también lo hacía.

Era como hacer palomitas, entre más calor haya más rápido estallaran, pero demasiado calor también podría quemarlas.

—¡derecha! —Grito un hombre. —merece la muerte, tiene que hacerse justicia.

Poco a poco, más gente se fue uniendo, hasta que toda la multitud gritaba al unísono: ¡derecha! ¡Tiene que hacerse justicia!

"primera parte del plan completa, ahora la culpa ya no recae en ninguno de ellos, recae en el mismo que hizo el hecho. La multitud solo piensa que merece la muerta y que así debe ser, es una forma de su celebro de liberarlos de la culpa, bueno, ¿quién soy yo para juzgarlos?".

Taylor cargo el arma y apuntó a la cabeza del hombre, bajo el seguro del arma, el disparo calló la voz de la multitud.

Él hombre cayó de cara. 

—Escuchad, aprobé su decisión, pero no mate al hombre, está pistola que os veis es de pepas, mandare a la cárcel a este hombre. —Taylor habló  firme.—

—¡¿por qué?! —Grito un mujer, enfurecida.

–Mujer, niños y niñas nos ven en este momento. ¿está bien que, nosotros, la generación encargada de guiarlos y educarlos, le enseñemos que todo se resuelve con violencia y muerte? Les estaremos enseñado que con jalar un simple gatillo sus problemas se acaban...., aun si yo mataré a este hombre aquí, aún están los que están afuera, nada cambiara, todo seguiría igual, todos queremos un mundo mejor y para eso. Hay que enseñar valores y educar bien a nuestros hijos, un mundo mejor comienza desde la casa, pero entiendo... hice que vosotros se decepcionaran de mí, os pido una disculpa. —Taylor bajo la cabeza, sostuvo sus lentes con su dedo para que no se cayeran.—

Después de lo que parecía ser un eterno silencio. Un grito fuerte y claro se escuchó por todo el lugar:

—Él tiene razón... nada se resuelve con la muerte y la violencia, podemos hacer un lugar mejor para nuestros hijos, te has ganado mi admiración, en verdad... mereces ser nuestro nuevo líder.

Taylor volvió a pararse de forma elegante y con su espalda recta. —gracias, que haría yo, sin vosotros, os vuelvo a decir, me aseguraré de estar a la altura de vuestra expectativa. 

Toda la multitud grito y salto, diciendo: ¡ese es nuestro líder...! ¡Ese es nuestro líder supremo!

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