Capítulo 11.

Emily no durmió esa noche, ya que quería igualar ambos proyectos para evitar tener uno más adelantado y el otro atrasado, comenzó el suyo y además terminó toda su tarea restante, así que al día siguiente se le hizo un martirio tener que estar en clases, despierta y atenta a todo, nunca fue de la clase de personas que dormía en clase, pues se le hacía una falta de respeto hacía el profesor, pero por fin sintió lo que era tener verdadero sueño y no poder evitar dormitar.

Cuando el receso llegó, se quedó sentada en su pupitre, con la cabeza descansando en sus brazos que se encontraban encima de la mesa, mantenía los ojos cerrados y un aura serena, no estaba dormida, pero al menos estaba descansando un poco.

—¿No has visto a la vaquita? Se me hace raro no verla venir a saludarte.

—Debe de estar haciendo otras cosas, no me importa.

—Pero ahora es tu novia —dijo a modo de burla.

—Y mas te vale que no lo me menciones por aquí o te patearé el trasero.

—De acuerdo, no lo haré. Y… ¿Ya terminaste a tu novia? Sabes que no puedes andar por la escuela con una novia y teniendo otra en tu casa, una de las dos se enterará y si eso llegase a suceder, tus problemas serían más que los de una novia celosa.

—Lo sé, y por ende ya no estoy con Lucil, pero eso no evitara que pueda ir a darle unas visitas de vez en cuando.

—Eres un descarado ¿lo sabías?

—Lo sé, y es con lo que mejor me puedo distraer si tengo en mente que tendré que besar a la cerda cuando estemos solos.

—Oh, ya veo. Piensa en esa excelente calificación que te dará un trabajo hecho por Emily.

—Eso es lo que me mantiene en pie, no lo haría por otra cosa.

—¿Cuándo la invitarás a salir?

—El fin de semana, no sé, la llevaré al parque a pastar y nos regresaremos.

Ambos se rieron por el chisto dicho.

Al finalizar la semana, Erik cumplió con lo dicho, así que se vistió como siempre lo hacía en sus días de escuela y salió a buscar a Emily, tocó la puerta de la casa de los Black y esperó a que le abrieran, siendo recibido por la madre de Emily, quien se vio sorprendida de ver al hijo de su mejor amigo en la casa.

—¿Está Emily?

—Claro ¿Vas a salir con ella?

—Sí, no le avisé, pero creo que era buena idea que fuese sorpresa —colocó una de sus mejores sonrisas hipócritas para hacer creer a aquella señora que realmente estaba emocionado por ver a Emily.

—Ya le digo que baje.

La señora Smith subió los escalones no muy segura de lo que sucedía, pero ver que su hija estaba sonriente la hizo sentir más aliviada. Ya se había mencionado que aquella dulce señora no tenía nada en contra de aquel chico, pero sin duda alguna, no podía decir que le confiaba a su hija del todo, nunca se le olvidaría aquel horrible susto de ver a su hija ardiendo en fiebre.

Cuando Emily bajó, llevaba consigo una pequeña bolsa de regalo, se despidió de su madre quien le dijo que se cuidara y se fue dando saltitos detrás del mayor. Este había notado la bolsa en la mano de la chica y su curiosidad fue más que las ganas por querer ignorar ese detalle.

—Es un regalo para ti —le extendió la bolsita— me tardé un poco en recaudar el dinero, pero aún así, logre alcanza a comprarlo.

Dentro de aquella bolsita se encontraba el videojuego recién lanzado de la saga de zombis que Erik estaba jugando; sus ojos se llenaron de emoción, y vaya que estuvo a punto de reaccionar como un niño, pero vio de reojo las mejillas sonrosadas de la chica y guardó su emoción, cambiando su expresión de emoción por una totalmente diferente.

—Está bien, gracias —dijo secamente.

Emily se sintió mal, había estado ahorrando para poder regalarle algo al mayor, y deseaba que este la abrazara y le dijera que era la mejor, sólo que eso no sucedió y se sintió decepcionada de que ni siquiera podía recibir un gracias más emotivo, ya que nunca hacía las cosas bien, a la vista de todos, ella no servía de nada. Caminaron en silencio por el parque, lleno de personas que iban en familia, padres que llevaban a sus hijos a pasear, no pudo evitar pensar en su padre y en lo lejos que se encontraba de ella, suspiró con tristeza y esto no pasó desapercibido por el mayor, sin embargo, decidió ignorarlo, no le importaba como es que se sentía su acompañante, de hecho, en ese mismo momento estaba buscando una manera de poder deshacerse de esa situación y regresar a su casa a jugar el nuevo videojuego que le habían dado, pero no había razón alguna para dejarla plantada.

Vio a su exnovia sonreírle desde lejos, por la zona de toboganes en el área de niños pequeños, lo incitaba a ir con él e irse juntos, dejando a la menor sola.

Lucil ya sabía de la “horrible” situación que su exnovio estaba pasando, ya que cuando terminaron con ella, no dudo en preguntar la razón y para no quedar mal, tuvo que decirle cada detalle, ella se fascinó en la humillación que se le venía encima a la menor, así que aseguró que no diría nada y que su nueva “novia” no irrumpiría en sus planes de seguir disfrutando de una “relación de amigos”, así que el verlo con Emily no se le hizo raro, es más, quería hacer pasar un peor rato a la chica.

La tentación era mucha y las ganas dejar sola a chica sola eran más grandes que sus ganas por obtener una excelente calificación, pero para asegurarle que no quería dejarla “plantada”, dejó el regalo en sus manos, el dijo que se sentara junto a ese árbol y que ya regresaba, pues se le había olvidado algo muy importante en casa, de esa manera, desapareció, dejando a la ilusionada Emily esperando en el parque.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***