Capítulo 19

-Que lindo mamá, es bueno que muestres tu verdadera cara -David, que se pasaba la mano por el cabello, reprochó a su madre mirándola con decepción.

-Hijo...no... solo...lo siento pero...yo...yo solo quiero lo mejor para ti -ella se justificó abrazabdolo.

-No me importa, en este momento sólo necesito respuestas, ese maldito mentiroso no contesta así que me voy.

-Te acompañó -su padre lo siguió.

La tensión en el hospital era tan densa que incluso los médicos parecían evitar a las personas en la sala de espera, en un lado estaba David con sus padres y al otro Ariel con los abuelos de Erick. David había recorrido todos los hospitales públicos de la ciudad buscando a Erick pero en ningún lugar le quisieron dar información, hasta que después de un rato y de recorrer muchos lugares David miró a Ariel junto a la señora Amelia y el señor Juan en una sala de espera, la pareja tenía los ojos rojos y la preocupación marcada en el rostro.

-¿Quienes son? -la mamá de David, que también había venido, preguntó al ver a la pareja mayor, ellos vestían el traje típico de su comunidad con mucho orgullo.

-Los padres de mi novio -David dijo, no tenía tiempo para dar explicaciones de mas.

-Te recuerdo que no lo es, nunca lo fue y es casi seguro que nunca lo será -Ariel respondió mirándolo directamente.

-¿No lo es? ¿Quieres explicar David? -su padre lo miró interrogante.

-Erick y yo tenemos unos pocos problemas y este tipo se está aprovechando de eso.

-¿Unos pocos problemas? Vaya, eso sí que es ser optimista.

-Es agradable ver la madurez de la que tanto presumes.

Ariel sonrió con burla mientras negaba con la cabeza.

-Estas aquí con tus padres y aunque eso no es malo ¿Si te das cuenta que no has hecho nada por ti mismo verdad?.

-Si eres tanto como te crees ¿Porque Erick esta en este mugroso hospital?.

-¿De qué estás hablando?.

-Por qué no lo llevaste a un mejor hospital?.

-Por dios, si que eres estúpido -Ariel lo observó con mirada de "que tan estúpido eres".

-No me importa tu opinión, debiste llevarlo a un hospital privado.

-Voy a decirte algo que estoy seguro no sabes pero un hospital publico es tan bueno como uno privado, la diferencia radica en que en el público te dirán la realidad sin aumentarla y en un privado te dirán tu realidad además de inventarse que tienes 20 cosas más que se supone debes tratarte con ellos aparte de que si estas muy grave te derivan a los hospitales públicos. (Nota: en mi país realmente pasa esto).

-Aún así no debiste dejar que lo trajeran acá.

-Te recuerdo que eso no depende de mi, ya que a diferencia de ti, tomo en consideración las decisiones de los demás.

-Ya basta David -su padre puso una mano sobre su hombro-. Esto no está llevando a nadie a ningún lado.

-Hijo siéntate por favor -su madre pidió. David se sento mirando con desprecio y enojo a Ariel.

-David madura de una vez -su padre le riño.

-Si, cariño escucha ¿Tu estas seguro de querer involucrarte con estas personas? Piensa bien las cosas -su madre se mostró engañosamente comprensiva mientras decía esto.

-Dios Illeana ¿Qué carajos te pasa?.

-Por favor Arturo, tu mismo lo dijiste en el hospital, ellos no son como nosotros.

-Me refería a su estatus económico, pagar un hospital privado no es barato -el hombre explicó.

-Aún así David debe pensar bien las cosas, antes de involucrarse con este tipo de personas ¿Te has puesto a pensar en qué dirá la gente?.

-No me importa mucho lo que la gente diga mamá.

-No puedes hacer esto, si se tratara de un hombre como ese Ariel las cosas serían diferentes. Yo...yo no puedo imaginar como es ese chico, si esas personas son sus familiares.

-Señora lamento interrumpir pero estas personas tienen un nombre, me llamo Amelia y este es mi esposo Juan -la abuela de Erick se acercó a los padres de David.

-Lo lamentó, lamento que hayan escuchado eso, pero ustedes sinceramente no pueden esperar que mi hijo se involucre seriamente con su hijo.

-Es nuestro nieto ¿Y porque no habríamos de esperar eso? Erick habla con fluidez, inglés, francés, italiano, ruso mandarín y sueco además de muchas lenguas locales. También está titulado en 2 carreras, está es la tercera, como ve su hijo sería afortunado de ser correspondido por nuestro Erick -la mujer defendió a su nieto. (Nota: Hablando con la chica que vende tortillas me entere que es multiligüe y habla todas estas lenguas, y su esposo que atiende la tienda esta titulado en leyes y en no se que cosa y yo recién termine mi carrera el año pasado y apenas masco el ingles).

-Señora me esta faltando el respeto.

-¿Yo? Por favor, usted no merece respeto bruja mal operada.

-Usted no tiene una pizca de educación, así que no me sorprende que no sepa cuando alguien se siente ofendido, es más en este momento me siento agredida.

-Yo a diferencia de usted tengo educación de sobra -Illeana la miro con desprecio y sonrió con burla.

-Tengo 2 títulos y un excelente trabajo, dudo mucho que usted en su vida haya puesto un pie en los mismos lugares que yo.

-Eso no es educación, eso es solo estudio y si fuera un poco inteligente sabría que no son lo mismo, ya que cualquier imbécil puede tener media docena de títulos la educación por otro lado....y yo puedo no tener todos los títulos que usted tiene, pero en definitiva soy mucho más educada que usted.

-Pues no se nota ¿No debería callarse y no estar propasandose conmigo?.

-Lo que pasa es que la gente como ustedes confunde la educación con la sumisión y yo soy educada señora, pero sumisa ni con mi marido.

-Mire señora...

-¡¡Por dios mamá ya basta!! ¿Qué demonios pasa contigo? -David recriminó.

-A este tipo de gente, hay que ponerla en su lugar de una vez, si no después creen que somos iguales.

-No, créame yo jamás creería que usted y yo somos iguales.

-Que bueno que lo acepta -Illeana sonrió victoriosa.

-Yo soy mucho más que usted, ya que usted no es más que una persona estúpida. Una persona que cree que mi trabajo, mi color y mi cultura me desvaloriza. Cuando si mi "gente" como dice usted no siembra las personas como usted no comen sin importar cuanto tengan.

-Arturo haz algo -ella miró a su marido en busca de ayuda, este se acercó así como el abuelo de Erick que se había mantenido al margen.

-Illeana cariño, te mereces todo esto por mentirosa e hipócrita.

-Tenemos que pedirles que se vayan por favor -el señor Juan pidió sosteniendo a su esposa que temblaba de la ira.

-Si, definitivamente nos vamos, pero no olviden esto. Voy a averiguar en qué mercado trabajan y a asegurarme que su puesto sea cerrado, vámonos -la mujer odiosa ordenó a su marido e hijo.

-Vete Illeana, yo me quedo con nuestro hijo.

-Arturo no puedes...

-Puedo y lo haré, vete por respeto al dolor de estas personas, solo...vete. -Illeana miro a su esposo sin creer lo que este le decía.

-Solo vete mamá, tu actitud es horrible y no quiero verte en este momento.

-David, si no vienes conmigo me aseguraré de retirarte toda mi ayuda monetaria.

-Hazlo, David no te preocupes yo pagaré todo -Arturo le sonrió a su esposa que se marchó furiosa.

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