Capítulo 15

-¿Como están las rosas? -Erick notó que David no dijo nuestras y eso fue un poco doloroso.

-Están bien, no olvides que la presentación es la otra semana.

-Si -David quería decirle que viniera a casa con el y que se recostaran en el sofá como solían hacerlo, también quería preguntarle si había estado haciendo con Ariel lo mismo que hacian ellos en su auto, pero no lo hizo. En su lugar fingió concentrarse en la clase intentando que su cuerpo no se acercara a Erick pero era imposible, parecía que se atraían uno al otro por inercia. Erick hacia lo mismo, era una situación dolorosa para ambos.

Por primera vez en mucho tiempo Erick no quería salir de la cama, no quería ver a, Ariel, ni a Diana, mucho menos quería ver a David. Este se había estado comportando tan civilizadamente que era irritante, sin mencionar a Diana que parecía estar eternamente pegada a él. Erick quería sentirse feliz por su "amigo" pero no podía, no cuando su cuerpo aún parecia recordar como se sentían esas grandes manos. David por su parte solo quería ver a Erick sonreír hacia tanto que no sonreía, de acuerdo tal vez no fuera tanto tiempo, pero se sentía como años. También quería explicarle muchas cosas, incluido lo de Diana, pero Erick parecía distante además era claro que no quería pasar tiempo con él ya que en cuanto terminaban sus clases Erick desaparecía casi por arte de magia.

-Hijo, te buscan -su abuela dijo con un tono un poco extraño mientras Erick seguía envuelto en sus sábanas.

-¿Quién?.

-¿Porque no vienes y ves tu mismo? -ella lo animo con ternura y cariño.

-No me importa quien sea, diles que no estoy -Erick se volteo contra la pared.

-Te vas a levantar y vas a venir a la cocina a fingir que realmente eres una persona con educación y que no vas a la universidad por diversión o ya veras -la señora amenazó.

-Esta bien... -Erick se levantó y después de asearse se asomó a la cocina con mejor sonrisa que pudo. Sentados en la mesa de la cocina con un plato de frijoles y huevos: así como queso, crema, tortillas de maíz recién hechas y café, estaban David y Diana sonriendo y bromeando entre ellos.

-¿Entonces, como sucedió el milagro de que estén aquí hoy? -David hacia alusión al hecho de que eran las 7am y la pareja seguía en la casa.

-Debes en cuando, decidimos no ir a trabajar, también necesitamos descansó a veces -la señora respondió con una sonrisa.

-Hijo... - saludo su abuelo al verlo parado en la puerta, el tono era precavido.

-¡Erick! -David saludo con emoción.

-Hola Erick -Diana sonrió en su dirección.

-Diana, David, están aquí, en mi casa ...y juntos -Erick reprochó sin muchas emociones.

-Erick... Venimos porque queremos hablar contigo -Diana dejo su plato y lo miró fijamente.

-Sobre el proyecto -David interrumpió como si temiera que Diana hablara de más.

-Hijo ¿estas bien? Te ves pálido -el señor Juan pregunto.

-Si no te ves muy bien, siéntate te serviremos algo de comer para que te sientas mejor -la señora ordenó sin lugar a negativas.

-Gracias abuela -había 2 lugares en la mesa uno al lado de David y otro al lado de Diana, Erick se sentó al lado de Diana. El aroma de David mezclado con su perfume se desprendía de ella al punto que Erick sentía ganas de vomitar, ¿Porque sus abuelos habían decidido quedarse en casa justo hoy? ¿Y por qué David creía que estaba bien traer a su novia a su casa? Rogó por un milagro que lo sacara de ese lugar.

-David dice que su presentación es mañana, ¿Que tal va eso? -Diana preguntó.

-Va bien, son rosas, con tener agua y sol están bien -contestó tratando, de tragar un bocado de comida junto al nudo de emociones en su garganta. El tan pedido milagro de Erick llegó cuando se escucho el ruido de un auto, la pareja mayor se asomó por una ventana y la mirada de terror en sus rostros hizo que el resto se levantará.

-¡Ariel! -Erick corrió hacia el tipo parado al otro lado del cerco y se lanzó sobre el rogando que este lo atrapara. Ariel lo atrapó levantandolo hasta su altura y sonrió estaba por decir algo pero Erick no se lo permitió ya que en ese instante lo beso, mierda por qué besaba tan bien alcanzó a pensar antes de que Erick soltara sus labios y hundiera la cara en su hombro.

-Lo siento, soy muy cobarde sacame de aquí por favor -pidió Erick en la oreja de Ariel mientras seguía con las piernas enrolladas en la cintura del tipo que no le caía muy bien que digamos. Este aún lo sostenía con una mano en su cintura, la otra en uno de sus glúteos y una mirada de no entender una papa de todo aquello.

-¡Erick!... -David no supo exactamente qué decir.

-Abuelos este es Ariel, Ariel es... Es... Es mi novio -lo presento.

-Mucho gustó señora Amelia, señor Juan es un placer conocerlos al fin -este saludo sin parpadear en la mentira.

-Amh, mucho gustó -contestaron ellos con cara de confusión extrema, ninguno de los 2 había visto antes a Ariel, únicamente conocían su auto, pero sí sabían todo lo que había pasado con Erick debido a ese "Ariel" ¿Sería el mismo Ariel?.

-Erick tenemos que hablar -David se le acercó un poco amenazante.

-¡Oh sí! El proyecto, no te preocupes toma las fotos que quieras yo te enviaré los archivos faltantes.

-Erick...

-Oh casi lo olvidó, deberías cortar unas rosas para tu novia, estoy seguro de que le gustaran -La señora Amelia así como el señor Juan voltearon en dirección de Diana que encogió los hombros y negó con la cabeza en señal de desconocimiento luego miraron a David con enfado este levantó las manos pidiendo un poco de tiempo.

-¿Nos vamos cariño? -Ariel tomó la mano de Erick que se despidió de sus abuelos y se marchó con Ariel, dejando un completo desastre a sus espaldas.

-¿Entonces... estamos saliendo? -Ariel preguntó después de un rato.

-Lo siento, no puedo creer que te haya besado perdona mañana voy a hablar con mis abuelos, de verdad lamento mucho haberte involucrado en este desastre, pero no encontré otra salida.

-Erick, tenerte enrollado alrededor de mi, mientras me besabas no es un desastre, no para mi al menos.

-Dios ¿Como puede irse a, la mierda algo, bueno tan rápido? -preguntó a nadie en particular.

-¿Quieres hablar de eso?.

-No... Si... No lo sé, lo siento.

-Toma tu tiempo, ¿Quieres venir a mi casa, o te llevo a algún lugar?.

-Dejame en cualquier lugar.

-¿Tienes donde quedarte?.

-Si...

-No me mientas.

-No, no tengo pero estaré bien, no tienes que preocuparte por eso.

-Quedate en mi casa, eres mi novio después de todo y no puedo permitir que mi novio duerma en la calle.

-Yo...

-Estarás bien, voy a apoyarte en lo que necesites y si quieres hablar con gusto escucharé.

-Gracias, te prometo que me iré por la mañana.

-Puedes quedarte el tiempo que necesites, ¿Puedo hacerte una pregunta?.

-Supongo.

-¿Por qué le dijiste a tu novio que le diera flores a su novia?.

-Crei que a ella le gustarían -evadió la pregunta real.

-Erick... No voy a juzgarte.

-El no es mi novio, el dijo que me quería, pero seguía con Diana así que yo le dije que no y el sigue con Diana creo que solo se estaban dando un tiempo.

-Lo lamento.

-Esta bien, yo no quiero un tipo como el de todas formas.

-¿Por qué no?.

-Por qué se ve un poco como tu.

-¿Tanto me odias que has hecho pagar a otros por lo que te hice?.

-No te odio, solo que no me gustan los hombres que me recuerdan a ti.

-Cuando dije que voy a apoyarte en todo no lo dije en broma, quiero que sepas que puedes contar conmigo para lo que sea incluso voy a fingir ser tu novio si eso es lo que necesitas que haga.

-Lamento eso.

-Esta bien, fui a tu casa a contarte algo, no te preocupes no es nada malo, pero lo hablaremos otro día.

Erick le contó todo a Ariel esa noche y al decir todo era todo desde como conoció a David hasta las veces que se habían acostado, este lo escucho y consoló con paciencia mientras Erick siguió derramando su alma hasta la madrugada.

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