Capítulo 10

A Erick le era muy difícil concentrarse con David a su lado ya que este no dejaba de mirarlo.

-Ya basta.

-¿Qué? -David fingió demencia.

-Si no te comportas no volveré a poner un pie en tu casa o en tu auto y definitivamente no voy a darte mi número, así que tendrás que ver como te las arreglas tu sólo con el proyecto.

-Si te soy sincero lo que más me preocupa es que no quieras volver a subir a mi auto o venir a mi casa, así que prometo comportarme.

-Gracias...

-Pero no voy a volver a mi asiento, me gusta estar cerca de ti, siempre hueles bien, a rosas.

-Pero claro que huelo a rosas, trabajo en vendiendolas idiota.

-No importa tu si que hueles bien, así que prometo no molestar.

-Esta bien, solo comportarte, quieres?.

-Si, si prometes prestarme atención más seguido.

-Lo haré, absolutamente todo mi tiempo libre será tuyo. Pero si interfieres con mi trabajo o mi estudio no te volveré a hablar.

Todo estaba yendo de maravilla entre ellos, habían pasado varias semanas y el proyecto avanzaba maravillosamente, un día en el que David se había quedado a discutir algo con un profesor al salir vio un grupo de chicas mirando y murmurando algo por lo que se acercó. Frente a él había un tipo que parecía salido de una revista, el sujeto estaba recargado sobre un ferrari mientras Erick miraba el piso y temblaba frente a él. El tipo en realidad no se veía malo, todo lo contrario, parecía que sólo quería hablar con Erick pero este parecía a punto de tener un colapsó mental por lo que David se acercó y miró al sujeto. Ellos eran bastante similares en realidad a excepción que este hombre se veía más maduro y experimentado.

-Erick, ¿Estas bien? -David interrogó en voz baja.

-El está bien -el tipo respondió.

-Sacame de aquí, por favor. Solo sácame de aquí ¡ahora! -Erick casi grito sosteniendo con fuerza la chaqueta de David.

-Erick, por favor... -el hombre hermoso dijo.

-No, Ariel no. David por favor sacame de aquí inmediatamente por favor -volvió a suplicar.

-Si, vamos a casa -David se llevó a Erick casi abrazado y sin importar que los estuvieran mirando, el tal Ariel parecía a punto de seguirlos.

-Si te acercas a él mientras está conmigo, te arrepentirás -amenazó David con una sonrisa y en un tono que nadie más escucho. Ariel retrocedió pero la mirada desafiante en su rostro no desapareció.

-Erick, ¿Estas bien? -David lo sento en el asiento del acompañante, el de verdad estaba preocupado ya que desde hacía rato Erick parecía lloroso y con la mirada perdida.

-Si yo.... Estoy... Esto... Yo estoy bien.

-No, no lo estas ¿Quien era ese tipo?.

-Yo... No... Solo.

-Erick....

-Llevame a casa por favor, llévame a casa David. Haré lo que quieras, pero llévame a casa.

-No tienes que hacer nada, te llevaré -David le acomodó el cinturón y lo beso dulcemente antes de subirse, Erick se encogió al punto que se veía mucho más pequeño de lo que ya era.

-Lo siento, siento involucrarte en esto.

-Esta bien Erick, no me molesta -Después de dar la dirección y llamar a sus abuelos, Erick se durmió durante la hora y media que tardó el viaje, David noto como el cuerpo de Erick temblaba y se estremecía constantemente.

-Lo siento, ¿Quieres...quieres entrar? -Erick que aun se veía desubicado ofreció.

-Si, no me siento cómodo dejándote solo en tu condición.

-Estoy bien, estoy bien, estoy bien. -la casa de Erick era en su mayoría de madera con el techo de lamina, dentro de la casa principal había dos camas una era claramente de Erick y la otra se sus abuelos. No había divisiones para sala ni nada, en su lugar había una parte del patio techada con varias hamacas, una mesa y muchas sillas. Al lado de la casa principal había una más pequeña que era claramente la cocina, David también noto que la propiedad era bastante grande y estaba llena de árboles frutales y al frente tenía un gran jardín mientras a un lado había un corral pequeño con pollos. Era un lugar muy pacífico, con razón quería venir aquí suspiro mientras recostada a su compañero en la cama.

-Lamento haberte sacado así de la universidad.

-Esta bien, quiero que estés bien.

-Acuéstate un momento conmigo, por favor.

-Si Erick, pero sólo unos minutos -los minutos se convirtieron en horas y cuando David despertó estaban abrazados además estaba oscuro afuera y un rico aroma a comida parecía flotar en el aire. David salió de la cama y siguió el aroma, de la cocina salían murmullos por lo que se acercó, los abuelos preparaban la cena mientras charlaban y sonreían cariñosos.

-David -el hombre saludo con sorpresa.

-Señor Juan -el no sabía que decir después de que seguramente lo habían visto abrazando a Erick, ¿Ellos lo sabrían? ¿Tendría que sacar a erick de aquí?.

-Se veían cansados y no quisimos despertarlos -la mujer mayor sonrió.

-¿Saben quien es Ariel?.

-¿Como, Que? -La pareja soltó los platos de comida al escuchar ese nombre.

-¿Ariel? Un tipo llamado Ariel vino a buscar a Erick y el tuvo un colapsó nervioso debido a eso.

-Hay dios -la anciana sollozo.

-El estará bien, tiene a David para que lo apoye -su esposo la consoló.

-¿Quién es ese sujeto?.

-No podemos hablar de eso sin el consentimiento de Erick, esos son sus asuntos.

-¿Así de malo? -David preguntó.

-Mucho peor -respondieron ambos.

Después de cenar, David fue enviado a dormir y como no había más camas tuvo que dormir con Erick que no había despertado, los ancianos durmieron en la otra cana a unos metros de ellos. Eran las 6 cuando despertó y la pareja ya no estaba en la casa.

-Que tal dormiste? -Erick preguntó con una sonrisa a medias.

-Bien ¿y tu?.

-Muy bien, mis abuelos se marcharon al trabajo. Pensé que podríamos revisar nuestro proyecto antes de irnos.

-Claro, ¿Donde está? ¿Son las flores de enfrente? -Erick sonrió de verdad, el corazón de David brinco de emoción.

-No, esas son de mi abuela. Ven las nuestras están aquí -el terreno atrás de la casa era mucho más grande de lo que había pensado.

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