Capítulo 5

Hola -David saludo a Erick que le sonrió cálidamente.

-Que haces aquí? -no había forma de ocultar su sorpresa.

-Sólo pase a saludar y ver como va el trabajo -mintio.

-David, nos vimos hace poco más de 2 horas ¿Tan pronto me extrañaste? -había un poco de humor en el comentario.

-Lo sé, lo siento por venir, es solo que acabo de terminar con Diana y no quería ir a casa en caso de que ella o Matt quieran hablar o algo así que decidí venir a verte -volvio a mentir ya que la realidad era que ni siquiera el sabia como había terminado allí o porque.

-Lo lamento mucho -Erick lo miró unos segundos antes de atender el pedido de un cliente, David lo observó sonreir amablemente mientras entregaba el ramo, esto por algún motivo le molestó, Erick no solía sonreír mucho en la universidad ¿o si?.

-Gracias - Un suspiró salió de el, estaba por despedirse ya que no le gustaba sentirse tan confundido, cuando una anciana con vestimenta típica y colorida apareció esta era de la misma estatura que Erick, junto a ella estaba un hombre de estatura promedio e igualmente mayor que empezó a ordenar las rosas del mostrador mientras que la señora empezó a hablar en otra lengua a Erick que le contestó igualmente. Ambos charlaban alegres, David se sentía extrañó el era políglota pero nunca se había interesado en las lenguas típicas de su país. Erick salió del puesto y se quitó la camisa allí mismo sin pudor alguno rápidamente se puso otra, la anciana le paso una mochila, con una sonrisa feliz y maternal, mientras el anciano le acarició la cabeza luego se despidió de ambos y empezó a caminar haciéndole señas, David lo siguió obediente no podía dejar de pensar en la piel dorada bajo la camiseta.

-A donde vas? -Interrogó David-. Aún es temprano falta más de una hora para nuestras clases, sabes?

-Hoy no tenemos clases.

-¿Que? ¿Como que no?.

-solo no -Erick respondió.

-Porque no? -volvió a preguntar distraído.

-Porque es sábado? -Erick lo miro divertido.

-Y...entonces porque pareces listo para ir a la universidad?.

-Bueno veras, yo debo encargarme de unos pedidos, mis abuelos son demasiado mayores para hacerlo, si gustas podemos hablar en la universidad el lunes o enviame un mensaje -ofreció la opción con amabilidad.

-¿Y si mejor te acompañó? -Erick volteo sorprendido, David solo quería que sonriera para hacer brincar su corazón.

-Si quieres, pero te aviso que iremos a pie, luego no te quejes -advirtió por lo que se pusieron en marcha, Erick era increíblemente bueno en su tarea tomaba apunte tras apunte, especificaciones y otras cosas.

Después de dar vueltas por el centro de la ciudad por más de 2 hora al fin terminaron, en total fueron a 7 lugares; tres iglesias, dos funerarias, un salón de belleza y un hotel barato. Erick le sonrió a todos los que encontró, verlo sonreír era hermoso, que las sonrisas fueran para otras personas y no para el era lo que le incomodaba, David no era estúpido, aceptó rápidamente que estaba un poco obsesionado con la bonita boca de Erick.

-Te a afectado mucho lo de Diana ¿Verdad?.

-Mas de lo que creí -David no mentía de verdad le dolía.

-De acuerdo, hagamos esto, invitame un helado y escucharé todo lo que parece que te está comiendo el alma -ofreció Erick.

-Ya es hora de comer ¿Porque mejor no compramos comida y almorzamos en mi casa?.

-Suena bien, tengo mucha hambre -David empezó a nombrar un restaurante tras otro, todos de un nivel demasiado alto en opinión de Erick a quien pagar altas cantidades de dinero por comida le parecía un desperdicio.

-Entonces que te parece el restaurante 3c? La comida alli es buena -David sabía la comida allí era más que buena por lo que no entendía porque Erick no parecía emocionado.

-Y si mejor compramos en ese restaurante de asados argentinos? Y tal vez unos tacos de ese otro puesto? -Erick señaló el restaurante de asados con precios mucho más razonables y su puesto de tacos favorito.

-Tu crees? -David no se veía muy convencido-. Yo nunca e comido allí antes...

-Si, se nota -Erick lo miro con falsa reprobación.

-Estas bien, si tú quieres que comamos de aquí yo seré obediente.

-Si quiero, dejame hablar con mis abuelos y pediremos algo delicioso para llevar, te vas a sorprender - dicho y hecho, después de pedir se fueron a casa de David y cuando terminaron Erick observó a David que parecía querer decir algo.

-Dije que iba a escucharte así que habla -lo animo.

-¿Me dejarías besarte?.

-¿Que? -la sorpresa que sentía seguramente no alcanzaba a reflejarse en su rostro.

-No digo esto porque seas gay, es solo que tu boca es la cosa más bonita que yo e visto en mucho tiempo.

-David... No creo que sea una buena idea, tu solo estas pasando por un mal momento.

-Si, lo sé para serte sincero no creo que esto tenga que ver con Diana.

-Claro que tiene que ver con ella, era tu novia y te engaño con tu primo. Todo eso te está afectando, no hagas algo de lo que te arrepentirás después.

-Entiendo que creas eso, pero no es así. Verás, no es que quiera acostarme contigo o tener una relación romántica, no se trata de eso. Yo solo quiero besarte porqué no dejo de preguntarme si tus labios son tan suaves y tersos como se ven.

-Tu, estás mentalmente inestable debido a lo que te está sucediendo.

-Que no...

-Que si...-Erick lo imitó.

-De verdad necesito sacarme está espina, solo un beso, lo juro...solo uno para seguir adelante y ya.

-Creo... supongo que un solo beso no estaría tan mal si con eso lo superas -Erick aceptó.

-Entonces, estas de acuerdo? -los ojos verdes de David brillaron de emoción.

-Si, si se trata sólo de un beso no puede ser algo tan malo.

-Gracias -David se acercó a él sin despegar los ojos de su boca y lo beso primero despacio y muy dulcemente hasta que se convirtió en un beso íntimo y feroz.

-¡¡Ya basta!! -grito cuando el feroz y ardiente beso de David lo dejó sin aliento.

-Lo siento, es solo que tus labios no son como yo pensé, son mil veces más suaves y dulces.

-Acabamos de comer carne y tacos, dudo mucho que mis labios sean dulces en este momento grandísimo idiota -David se carcajeo ante aquel comentario antes de volver a mirar esa hermosa y dulce boca.

-Oh Dios tus labios se ven mucho más hermosos ahora que están hinchados y con rastro de mi saliva.

-Cielos, eres desagradable -Erick bromeó, tratando de no pensar en lo bien que se había sentido aquello-. Bueno David ya te escuché, ya me alimentaste, ya te deje besarme, ahora me voy o el bus va a dejarme.

-Aun es temprano.

-Son la 4.

-Tu autobus pasa a las 7, quedan 3 horas.

-Debo ayudar a mis abuelos a guardar y tengo que entregar algunos pedidos, lo siento mucho pero no puedo quedarme mas tiempo.

-Te acompaño? -David no quería que se fuera, ansiaba poder pasar más tiempo con él.

-No está vez, pero gracias -se despidió con una gran y hermosa sonrisa. Si eso definitivamente lo haría sentir mejor, se conformó David.

El domingo David visitó a sus padres, tuvo varia llamadas de Matt y de Diana que ignoro ya que el mensaje que quería nunca le llegó, pensó seriamente en ir a ver a Erick pero no se atrevió ya que ese tema se les estaba saliendo de las manos. También se esforzó al máximo para no enviarle un mensaje, lo cual no fue nada fácil ya que constamente se encontró con la intención de llamarlo, enviarle un mensaje o directamente ir a buscarlo al mercado, después de todo el dijo que trabaja de lunes a domingo ¿No? Decidiendo si ir o no ir le llegó la 1 de la tarde, fue cuando decidió que iría a verlo con la excusa de sentirse abatido por lo de su novia.

-Los domingos el mercado solo abre hasta la 12 y solo algunos comerciantes vienen -el policía que custodiaba el lugar le informó, había estado tanto tiempo decidiendo si ir no que ya pasaban de las 2 cuando al fin se armo de valor, desafortunadamente ya era tarde. Erick por su parte almorzó con sus abuelos bajo un frondoso árbol. Después de eso pasó el resto de la tarde estudiando, ayudando a sus abuelos en casa y trabajando en su proyecto.

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