Estoy extremadamente agotado, nex parece una niña de 5 años en un parque de juegos, corre y mira todas las tiendas. Además, varias mujeres me dijeron que buen papá, me asuste, ¿acaso ya me veo tan viejo?, solo tengo 25 años, bueno, pensado lo mejor no me desagrada la idea, mis formas de mirar a nex cambian mucho, en este momento la veo como mi hija.
Mire mi reloj son las 4 pm, nex ya se acopló muy bien con valentina, sí, llame valentina a mi perra, se me hace un bonito nombre, pero para cortarlo le llamo vale, le compre el collar y todo.
— señor máx. Mire, mire, una lencería, vamos, vamos, si? — nex se ha vuelto algo fastidiosa. Además, ¿para qué una lencería?.
— no grites, las mujeres me miran raro, te acompañaré, pero no entraré a ninguno lado a cambiarte.
Entramos a la tienda, siento que me pueden arrestar aquí. Además tengo gafas, no vaya a ser y mañana salga en los periódicos: "famoso escritor, acompaña a una niña a la lancería".
Nex tiene el aspecto de una niña, no es que sea baja, pero tampoco es muy alta que digamos, cuando la encontré su piel era bronceada y su pelo era espantoso, le dije a mi recepcionista que me comprara todo lo que necesita una mujer para su belleza, lo que me costó un ojo de la cara, en serio, mi traje y corbata son más baratos que eso.
En aquel momento no estaba muy seguro si debí de darla todo eso, no sentía ni el más mínimo afecto por nex.
nex se ganó mi afecto con el tiempo, su cabello le llega por la mitad de su espalda y su piel es blanca cuál porcelana, su cabello y ojos son negros, y eso me encanta de ella cuando es atrevida parece una gata.
Nex escogió su ropa interior, fruncí el ceño, compró una ropa negra de encaje muy atrevida, fui de una a donde la estaba agarrando y se la quite.
— señor máx. No puedo llevarla?, es para que usd este feliz, solo quería hacerlo feliz señor máx. — las mujeres que también escogían su ropa, la guardaron rápido y me miraron que me tragaban, creo que por el rabillo de mi ojo vi a una sacar el celular.
— lo hiciste apropósito, verdad? — nex solo sonrió, ¿será así de atrevido su verdadero yo?, bueno, le dije que ella podía hacer lo que quiera no faltaré a mi palabra.
Salimos de la lencería, con dos bolsas en la mano, con esta ya son 6, ¿cuánto más necesita una mujer?, me di cuenta de algo, nex no mira el precio, lo que le gusta lo echa y ya, parece una niña mimada de algún alto empresario.
Bueno, siempre y cuando le gusten no hay problema, nex escogió mucha ropa, que de verdad es que ni va a usar, también la lleve al cine, en la casa hay un televisor enorme y películas que ver, pero ella me dijo que jamás había ido a un cine, así que cumplí su deseo, para mi sorpresa a nex le encantan las películas gores, y de terror, ¿cómo duerme por las noches?, tuvimos un problema al pasarla, nex ya es mayor de edad, pero aún no ha sacado su cédula, otra cosa a recordar después.
Salimos del cine, me tocó pagar para meter a la perra, lo que fue un gastadero de plata en balde, definitivamente pasaría un largo tiempo antes de que vuelva a sacar a nex, por lo menos a un centro comercial.
— señor máx. Quiero ir al baño — miré mi reloj van a hacer la 6 pm, dejarla ir sola es algo peligroso. Además los baños quedan algo separados.
— vamos, te acompañó, pero antes... — saque un papel y escribir algo, solo por si acaso.
Fuimos a los baños, están bastante separados de la población, por no decir escondidos, mire a todos los lados no había ni un guardia, seguimos caminando, en la entrada del pasillo para ir a los baños, están tres hombres de aspecto sospechoso, estaban a recostados contra el vidrio que impedía que la gente se cayera del piso.
Uno tenía un suéter largo marrón, se hacía el disimulado, tenía un tatuaje en su cuello. La forma de un águila y, varios aretes en sus orejas, tenía ojeras bajo sus ojos, su cara solo inspira desconfianza, su pelo está cortado por los lados y la parte de arriba. Es mechoso.
El segundo que mira para el piso de abajo, tiene una gorra al revés, tenía puesto una camisa, a esta le ha reducido sus mangas lo máximo posible, desde este ángulo su pecho es visible, en su cuello también un tatuaje de un águila, su pelo largo. Le caí por los hombros y en su ceja tenía una línea que la partía.
El último está sentado y su espalda descansa contra el vidrio, su color era diferente. Es moreno, tiene una camisa con mangas que parecía reventar por sus músculos, su cabeza hasta complemente rasurada, pero no brilla, también tiene un águila en su cuello, solo que se notaba menos y algunas cadenas descansaban en su cuello, al igual que artes en sus orejas y un piercing en su nariz. Como de toro.
Son tres y no me inspiran confianza, mire por el rabillo de mi ojo a nex, la opción más prudente aquí seria devolvernos por donde vinimos, fruncí el ceño, la ira ardió en mí, escorias como estos no pueden vivir, bueno, no puedo juzgarlos todavía, pero voy a tomar el riesgo, de igual si me voy después lo lamentaré, si sigo adelante tal vez pueda salvar la inocencia de algún niño.
Baje, le toque la cabeza a mi perra y saque el papel — escucha, si no salgo en 20 minutos, me a donde algún guardia de seguridad y dale esto — la perra me miró y tomó el papel en su boca y se sentó a esperar.
—señor máx. ¿Qué hacemos?, podemos devolvernos — nex me miró, le mire y, después a los tipos, mire el reloj en mi mano. Esto era una apuesta, es ganar o perder todo
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