— gracias, lo puedes llevar a la mesa, por favor que no se te caiga — quite mi mano de su intimidad.
— sé... Sé, señor máx. No, no me puedo mantener en pie... Por favor...re, reconsidere su orden... — mi maid volteo su cara para atrás para así verme, es muy adorable.
Mire sus dos hermosas nalgada y le di una palmada a una, con eso lo entendió todo, mi maid como pudo agarró el plato, temblaba aun así cumplió con su orden, llevo mi desayuno sano y salvo a la mesa.
Mi maid volvió y me miró, miró mi mano y bajó su mirada para un lado sonrojada — sé, señor máx. Debería de lavar su mano.
— por qué?.
— no le da asco, eso salió de mí — mi maid bajo más su mirada, mire mi mano, si estaba toda mojada, pero no es como si me importara, la mire y sonreí, me chupe el dedo corazón y le pique el ojo.
— sabes muy rico.
— señor máx. Pero que hace?, como va a decir que sabe rico?, además deje de chuparse el dedo parece un bebé.
Sonreí, es una sirviente muy terca, me le acerqué y metí mi mano dentro de su calzón, toque de forma directa la intimidad de mi maid, le introduje mi dedo corazón, lo moví un poco y lo saque, lo chupe, de hecho no podía de cernir bien su sabor, tenía, pero a la vez no, no sé cómo explicarlo.
— vez, soy un bebe, sabes tan rica que me chupo los dedos — le sonreí.
— señor Max… Gracias.
— por qué?.
— por todo, sé que ya se lo dije, pero usd no se parece a ningún hombre que haya conocido, claro está usd fue el que tomó mi virginidad, pero los otros no dudaban en cuanto a tomar mi cuerpo, me sentí como una puta, a pesar de no hacer nada con ellos, siempre salía de casas así, en la agencia lo de cuerpo iba incluido, pero solo como decoración, en verdad lo de enseñarnos a pelear no era para proteger a la casa a la que servíamos, sino a nosotros misma, gracias a eso me libre de muchas, pero usd me respeto, incluso cuando le di mi virginidad no me trato como una cualquiera virgen, por eso gracias — mi maid me miró a los ojos, con seriedad.
Es lo que me encanta de ella, sonreí en mi corazón, la abracé, esto era mejor que mil palabras, le daría mi calor y ella me daría el suyo.
— bien, vamos a desayunar — la aparté, tenía sus ojos un poco aguanosos
— si, señor máx.
Fuimos a desayunar, mi maid llevó su plato a la mesa, empecé a comer, no sé si es por lo que le hice, pero me sabía más rico de lo normal, ilusiones mías supongo.
Ahora que lo pensaba mi maid siempre ha estado encerrada aquí, de no ser por unas veces que salió diría que la tengo secuestrada, tal vez sea buena idea sacarla hoy.
— quieres salir? — esperé hasta que terminará de desayunar, no quería interrumpir.
— señor máx. Necesita hacer algo?.
— no, hablo de salir como recreación, mejor dicho me gustaría pasar una tarde contigo afuera.
— señor máx. No hay necesidad, yo estoy bien así — es que es terca como ella sola, pero al mismo tiempo la hace tierna.
— hace cuanto que no sales?.
— señor máx. Eso es irrelevante, yo ya me acostumbré, señor máx. Si usd quiere salir puede hacerlo sin preocupación — mi maid me miró seria, pero yo no voy a echarme para atrás.
— nex quiero que salgas conmigo, aceptas?.
— sé, señor máx... Sabe lo que significa que me llame por mi nombre, verdad? — mi maid tiene razón, estoy jugando con fuego, pero el que no arriesga no gana...
— si, lo se nex, pasemos la tarde juntos, si?, hoy como es tu día libre, decidirás que hacer, velo como una forma de pagar todo tu trabajo.
— señor máx. No puedo hacer eso, usd ya me ha dado más de lo que yo ganaría en 10 años.
— pero yo no te pago.
— señor máx. Tal vez usd no lo haya notado, pero a un sirviente de casa permanente como yo, por lo normal en la casa a servir le tienen un cuarto preparado, pero no te dan nada más, salvo la comida y el sueldo, pero usd señor máx. Me ha dado una habitación muy lujosa y una cama muy costosa, siempre me encarga todo lo que una mujer necesita, hasta mis calzones me ha comprado. Además señor máx. No siento que lo que yo hago merece todo eso, usd no me trata como una sirviente, sino como una compañera de casa que le ayuda en sus quehaceres.
— y eso está mal?.
— no, me gusta, es solo que me educaron estrictamente para acostumbrarme a ese tipo de personas, de esa manera si algún día me tratarán mal, supiera como controlarme.
— ya veo, eso no suena como una agencia, seré breve, que es?.
— si es una agencia, pero ilegal, recogen niñas de la calle y las educan para servir, dándoles una razón para vivir, después de que somos entrenadas y educadas, nos contratan como empleadas en la otra cara de la agencia la que es legal.
— ya veo, entonces, ¿cómo debería tratarte?.
— como mea tratado todo este tiempo señor máx. Nada me haría más feliz
— bien, cádmiate y no vamos.
— sí, recojo esto y vamos señor máx. — mi maid sonrió, que mala jugaba, esa sonrisa basta para tocarme el corazón, ahora mejor ni se lo demuestro.
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