Capítulo 14

MIÉRCOLES, 10 DE MARZO... 

UN MIÉRCOLES QUE LO CONECTA TODO, UN DÍA COMPLICADO | 

MAÑANA... 

Me recosté en mi silla, estoy cansado no he hecho más, sino mirar esa película, solo llegué hasta la dos y solo me queda algo que Decir. Haya cada quien como quiera que lo traten, el problema viene de que mi maid quiere que la trate así, ok reconozco que la he nalgueada y echo mía, pero es que esto es otro nivel, tengo que tratarla como puta barata y a la vez no. Es que es complicado.

Mire a la cama, mi maid sigue dormía ya han pasado tres días desde que me torturó digo me entrenó, aunque para mí fue solo tortura meda risa que ella le diga entrenamiento, a todo esto así la trataban a ella en aquella agencia?. Si es así pues puta agencia de mierda, no he querido pensar mucho en esto, pero ese entrenamiento me cambió me siento más agresivo, de hecho ya no puedo ni escribir, agarro mi lápiz y empiezo hacer rayones por la impaciencia, supongo que el costo de perder el miedo a la muerte es alto.

Mire mi mano tiembla, a mi parecer se pasó con la electrocutada, demonios aún siento la corriente en mi cuerpo, a decir verdad cada vez que la miro me da rabia, pero luego se me pasa. Recuerdo que yo me lo busque solo. Además aún me duele el cuerpo en tres días no me iba a curar, mi maid por su obsesión a trabajar no quería descansar decía que estaba bien, así que a la fuerza la puse a dormir con unas pastillas, digo pastillas por qué no cayó con una lo cual me sorprendió bastante, bueno esa es la razón por la que esta dormida. La iba a llevar a su cuarto, pero quería tenerla a la vista.

Mire mi entre pierna, por lo usual vería a mi hijo ahora veo a la perra, resultó que era entrenada obedece cada orden que le doy lo cual no es malo, antes de dormir a mi maid le pregunte si le había dado comida a la perra y dijo que si, después de que yo me dormía venía y así su labor.

Agarre mi celular que esta al lado de mi computador, entre a mensajes, abrí mis ojos por la sorpresa, tengo 5 llamas de ese sujeto, me preocupe de inmediato, pero en este momento no lo puedo llamar. Además no he podido ir a la empresa, las juntas solo se hacen una vez al mes, pero yo tengo que ir seguido para que reconozcan mi cara, también quería ir por marci me intriga.

Baje a mi perra, voy a salir, tengo que comprar unas cosa, puedo pedir que las traigan, saben que haré eso, con ese entrenamiento ya me importa un carajo lo que piensen de mí.

Fui a la sala, llegué a la mesa que está en toda la mitad de la sala, tomé el teléfono y marque.

— si máx. Que necesitas?  — me contestó la recepcionista, es muy bonita, lástima que la robaron en cuanto a pecho se trata, pero eso no le quita lo bella, me parece tierna y su aura de dama fina me atrae.

— sí, paula necesito que me encargues unas  cosa.

— claro máx. Dime que es?.

— Paula, necesito…

— Max… Me da pena, soy, soy una mujer decente. ¿Cómo me pides que diga esas  cosas?  — parecía nerviosa, tal vez tiene  razón debería de ir y decirle yo mismo a la empleada encargada.

— está bien, tranquila ya bajo y mejor las compro yo

— no, es, es mi deber encargar las cosas que usd pida, ya se las hago llegar. 

— gracias Pau.

Ahora solo me queda esperar, espero que su  imagen de mí no se dañe, en fin mi maid se merece eso y más, mis amigos también han estado conmigo pa' las que sea, por eso tenía que aprender ciertas cosas, pero dejando a mis amigos de lado por un momento, nex ha estado a mi lado estos tres años, ha sido muchas cosas para mí, mía amiga, mi sirviente, mi consejera, mi consuelo y hasta hace poco también mi amante, le he agarrado mucho cariño, si alguien la llega a tocar se arrepentirá todo su vida, deseara que su mamá hubiera cerrado las piernas, pero por ahora le cumpliera su deseo.

En cuanto a su deseo tengo algo de miedo, desde que contuve mis ganas de violar a mi maid, no sea vuelto a parar, me preocupa que además de reprimir mi placer, también en alguna parte de mí celebro haya  impedido sentir excitación sexual, demonios me arrepiento debe haberle dicho que me entrenará, ahora además de no sentir nada en el sexo, tampoco puedo tenerlo?.

Tocaron la puerta, me pare, dejaría mis problemas para después, si no puedo complacerla con mi hijo, la complaceré con el resto de mi cuerpo, abrí la puerta, ante mí una bella mujer con el uniforme del edificio, que es un poco atrevido la verdad, para resumirlo escote y corta falda, pero se ve bonita. Además tiene una expresión seria, pero eso no le quitaba el leve rubor que le corría por la cara.

Sus volúmenes promedios, por la forma de su cuerpo y cara diría que no pasa de los 25, le dio un rápido vistazo.

— gracias, disculpa por  hacer que compres estas cosas.

— no, tranquilo, es mi trabajo  — me sonrió, es  adorable cuando sonríe con ese rubor.

— te puedo hacer una pregunta?.

— claro señor.

— si, porque estas apena?.

— ah?, yo?, bueno...  — bajo un poco su mira y me mira entre escondidas, es curioso, no creo que comprar estas  cosas la apene tanto, no creo ser el único en este edificio o... si?.

— tranquila, no me digas que soy el primero en mandarte a comprar estas cosas?.

— ah?, no, claro que no, he ido a comprar cosas peores, lo que pasa es que…  — seguía sin poder decirlo, ya me estaba colmando.

— vamos, dime  — le dije algo enfadado.

— bueno, es que…  — miro hacia arriba  — es muy grande…

—ah?. Que es grande?, no recuerdo haber mandado a comparar algo por el estilo.

— no, no, no hablo de eso es...  — esta vez miro hacia abajo y se sonrojó  — es...su paquete…

— paquete?.

— por favor no...me  haga repetirlo esto es muy vergonzoso para mí…

— vamos, habla ya.

— está bien… Su pene es muy grande... — miro hacia otro lado.

— grande?, como llegaste a esa conclusión?  — no recuerdo haberlo mostrado por ningún lado.

— bueno, ... Cualquier mujer se daría cuenta… Si lo viera desnudo…

— desnudo?, acaso estoy desnudo?  — la mire, ella ahora estaba más roja, ahora que lo pienso siento más viento de lo normal, mire hacia abajo, si era verdad estoy desnudo, no me acordaba de ese detalle cuando abrí la puerta, que pena con ella.

— ya veo, disculpa no me había fijado.

— sí... Ya me doy cuenta... Por favor tome... La agradecería si se puede cubrir...  — ella miraba para otro lado, se ve graciosa, casi y me dan ganas de molestarla, no, eso haré, lo siento, pero practicaré contigo, tomé las bolsas y la puse a un lado de puerta, la tomé del brazo y la coloque contra la puerta.

— ah, ah... pero que hace?  — coloque mi mano en su rodilla y la subí lentamente hasta la mitad de su muslo, no me iba a pasar más con ella.

— me permites?  — con la yema de mis dedos le daba círculos por su muslo casi a punto de tocar su falda, pero a la vez no.

— permiso... Pa, para qué?…  — ella está muy roja, sus piernas tiemblan con cada círculo que le doy a su muslo.

— para que conozcas el cielo  — le dio un pequeño beso en su nariz.

— el, el cielo?... Pero, pero que me está diciendo... Señor… Por favor déjeme  — la solté de inmediato, no pensaba pasarme de listo con ella, tomé una distancia prudente de ella.

— ah?...me dejó?...

— gracias, quizás contaré contigo más adelante.

— ah?… Sí… Para servirle…  — ella se fue y cerré la puerta, mire la bolsa y la tomé.

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