DOMINGO, 6 DE MARZO...
MAÑANA...
ENTRENAMIENTO |V
MÁX...
Abrí mis ojos lentamente. No sabía dónde estaba y mis recuerdos de los últimos días eran algo nublosos, pero me sentía cómodo, mi cuerpo era absorbió por un agradable colchón, mi mente y mis recuerdos volvieron a mí, me senté en la cama apresuradamente y mire para todos lados. Sigo en la sala, pero estoy durmiendo en un colchón, acaso se apiadó de mí?.
Toque mi cabeza, dolía, mis cosillas y abdomen tampoco se salvaban y mi estómago me seguí ardiendo. Sentía la acidez subir por mi tráquea, puse la otra mano en mis costillas para tratar de sobarlas tal vez no ayude en nada, pero vale la pena intentarlo. Además, si no estoy mal me desmaye cuando le dije hazlo, lo último que escuché antes de caer por completo fue el sonido de la pistola al disparar, entonces porque sigo vivo?.
— buenos días, señor máx. Por favor no se inquiete, ya le explicaré todo, por ahora disfrute de este desayuno — mi maid venía con una bandeja en la mano y traía un caldo, arepa y café con leche, parecía que había vuelto hacer la misma.
— por favor coma señor máx. — coloco la comida en una mesa, y se sentó en una de las sillas. Solo había dos.
Me pare tambaleándome, me sentía muy débil. Además tenía que estar al pendiente esto podría ser un truco, mis ojos buscaban cualquier cosa en toda dirección, sacudí mi cabeza, me estaba volviendo paranoico.
Me senté en la silla como pude, la mire, no parecía que iba a hacer algo lo que era un alivio para mí, mire el desayuno que me trajo se veía muy apetitoso y traigo un hambre, pero no se lo iba a demostrar.
—… Gracias, supongo?…
— por favor señor máx. Solo coma, después le e de explicar, en este momento le hablo como su linda maid, pero si quiere puedo retomar el papel de su entrenadora — mi maid sonrió, esta mujer ahora solo me causa terror, pasaría un largo tiempo antes de que pudiera tener el valor de darle una nalgada. Además, por ahora mi autoestima como hombre de cayo enormemente, siguió desnudo. Esta sensación de no saber lo que pasó mientras estaba así me mata.
—… Como quieras… — tome mi cuchara, siendo sinceros no quería comer, esta mujer solo me sembró terror y paranoia, no quería que retomará su papel de entrenadora, era más linda como una maid, a todos esto que le pasaría a aquella mujer?.
— señor máx. El tiempo apremia, parce que me tocara... — antes de que terminará empecé a comer, yo no soy así, como sucumbí tan rápido?, espera, estoy pensado mucho, aún sigo cuerdo, cuerdo?, por supuesto estoy cuerdo, porque no estarlo, estoy excelentemente bien.
Termine de desayunar, el alivio inundó mi corazón, hace mucho que no sentía este ardor en mi estómago, ahora solo quería pegarme un baño relajante.
— señor máx. Espero y le haya gustado, como se siente? — se paró, se acercó a mí y se montó encima de mis piernas caballada, retrocedí un poco mi cabeza hacia atrás, coloco su dedo índice en mi boca y empezó a jugar con mis labios, acerco sus labios a mi boca y me beso, movía su lengua para todos lados en vez de adarme un beso me están comiendo la boca, nuestros labios se separaron y la saliva aún nos unía.
— a cambiado señor máx. Está más pasivo, no agarro mis nalgas y tampoco se mostró dominante, ha perdido todo su orgullo como hombre?, tiene la actitud de un virgen al cual le dan su primer beso — sonreí, en que momento retomo su papel, acabo con lo poco que me quedaba de mi orgullo como hombre, no soy a así, como terminé así?.
— señor máx. Se le paró solo con un beso, eso es muy rato en usd — mi maid tenía razón me sentía caliente, como si me estuviera derritiendo y mi hijo no para de temblar, tampoco podía moverme bien, sentía mi cuerpo muy pasado, mi maid me sonrío.
— bien señor máx. Parece que ya hizo efecto, la eche todo solo por usd, espero y funcione — mi maid se arrodilló delante de mí, y agarro entre sus manos a mi hijo, comenzó a estimularlo, apreté mis dientes, tenía tiempo de no sentir esta sensación, tenía tiempo de no sentir placer.
— esto es increíble señor máx. Su cara está roja. Jamás pensé verlo así, que lindo, iba a parar señor máx. Pero viendo su cara seguiré — siguió estimulando a mi hijo con más vigor, el cosquilleo y las ganas de correrme ya estaban en mí.
— sabe señor máx. Después de estos tres años juntos, entendí cuál era su problema, no es que no sienta nada, usd omitía lo que sentía, confirme mi hipótesis cuando tomo mi primera vez — mi maid seguí en su tarea, no lo había pensado de esa manera, tal vez sea...
— señor máx. Así es siga así, esto es algo que no pensé ver liquidó presi minal — mi maid me seguí estimulando y con la punta de su lengua lamí lo poco que salía de la cabeza de mi hijo, pero la ira ardió en mí, me acuerde de aquel momento, de aquellas palabras, me prometí a mi mismo que no me dejaría humillar en el sexo, yo soy el dominante, yo soy el amo, no tengo tiempo para pensar en estupidez, y que si me desperté desnudo?, y que si mis nalgas tocaron el frío piso?, que me golpee las veces que quiera, que me humille, que me quite mi orgullo como hombre si puede, me canse de este juego, me importa una mierda si es mi maid o mi entrenadora, ambas son mi perra, y eso se lo iba a demostrar ahora.
Con la ira como interruptor la agarre del cabello, y la atragante con mi hijo, me aseguro que la punta de mi hijo tocará el fondo de su garganta, yo con la cara roja?, patético, la saque de mi hijo y la tire aún lado.
— sé..., Señor máx. No me esperaba eso... Parce que por fin reaccionó… — mi maid paso sus manos por su boca, y se paró.
— me harté de esto, seas quien seas, mi maid, mi entrenadora, mi amante, mi esclava, todas son mi perra, tú eres mi perra y te lo voy a demostrar.
— bien señor máx. Paso la primera etapa de su entrenamiento, ahora tanto su orgullo y la confianza de sí mismo aumentaron, tanto como para decirme que soy su perra, estaba preocupada al principio, pensé que usd se rompería, pero me alegra que mis preocupaciones fueran en vano.
— romperme por algo como esto?, no seas patética, dejemos las charlas ridículas.
— bien señor máx. Su siguiente etapa comienza ahora, tendrá que usar su orgullo y confianza para detenerme, ya superó su miedo a que de disparar y a morir, ahora solo tenía que enloquecerse y saber cuando detenerse — mi maid tomó posición de combate, pero había algo que no cuadra y que me intrigaba.
— que dijiste antes de electrocutarme?.
— a eso… Se lo diré si me gana — mi maid sonrió, lo que me enfureció más.
Me fui de una hacia adelante, gracias al desayuno recuperé algo de fuerza y estabilidad, las costillas aún me dolían, pero aunque se partan, la haré mía acá y ahora, le grabaré en su alma que es mi perra.
Le tiré una patada alta, mi maid la detuvo con su antebrazo, mi maid me pego en mi otra rodilla para que me cayera, me caí, pero no me iba a quedar apaleado en el piso, dio un giro y le hice una barrida, que mi maid evitó saltando, aproveche para pararme.
— señor máx. Muy bien, esto es algo desventajoso señor máx. Me es difícil quitar mi vista de su paquete, aun con el afrodisíaco y con su hijo parado, quiere pelear contra mí?, no le quita su hombría?.
— tranquila, toda la que pierda, la recuperaré, tú me ayudaras — volví a correr hacia mi maid, le tire una derecha, mi maid evadió con agilidad, le tire una patada giratoria, que también evadió, mi maid sonrió y me dio una nalgada.
— señor máx. Que excitante, no deje sus nalgas a mi disposición aprovecharé para palmearla — mi maid seguí en su papel de entrenadora humillante.
Fruncí el ceño, la ataque como loco, pero mi maid me mantuvo bajo control, mi maid aprovecho y saco un látigo de una pared, evite algunos, otros me los comí.
Mi maid me volvió a tirar su látigo, lo agarré con mi mano, Dolió, pero no me importaba, solo quería hacerla pagar.
— señor máx. Bravo, su resistencia al dolor aumentó — tire del látigo y la traje hacia mí, la agarre del cuello, la alce y la estrelle contra el suelo violentamente.
Mi maid se reincorporó de una y me atacó, me dio un puño firme en toda mi cara, mi cara se volteó y escupí sangre, pero no me moví ni me caí, volví a mirar a mi maid.
Le tire un puño de frente, mi maid cayó, mire el plato que quedó en la mesa, aún tenía algo de caldo lo agarre y se lo hice tomar, pero mi maid aún no caía. Se defendió con sus piernas y se reincorporó, tome parte de la mesa y con eso le pegue, en una pelea no se jugaba limpio, no si tu vida está en juego, mi maid hizo lo mismo.
Durante toda la pelea de vez en cuando mi maid apretaba sus piernas, su velocidad y precisión se habían reducido, al mismo tiempo me dio más oportunidades de pegarle, otra cosa que aprendí; no importa si es mujer u hombre si amenazan contra mí les daría por igual.
— que pasa estás bien, tranquila, ahora mismo te alivio — tire un latigazo a las nalgas de mi maid, en este momento yo lo portaba, no sé en qué momento paso, pero en todo la pelea, mi mente empezó a maquinar, ahora solo quería latiguearla. Violarla. Dañarla, ahora estaba como la quería, la coloque en cuatro y le quite ese látex negro que tiene puesto, su intimidad quedó es puesta a mí. Vi sus leves montañas rosadas cerradas y ahora quería abrirlas a más no poder.
Por la pelea los dos sangramos, su cara tenía algunos moretones, coloque la punta de mi hijo en su intimidad, si, la violare, le causaría daño, pero...
No.
No.
No.
Esto no es su culpa, me alejé de mi maid tan rápido como puede, mía maid no tenía la culpa, yo fui el que le pedí que me entrenará, mi maid debió haber sabido que si me daba la oportunidad la violaría y la trataría como una animal u objeto con el cual satisfacer mi deseo, aun así siguió con esto. Lo hizo por mí, yo no puedo hacerle esto.
Me senté en el colchón, la posición en la que la deja no ayudaba, veía perfectamente su intimidad, quería destrozarla.
No.
No.
No.
No pude resistir y volví a mi maid, lo iba a meter con todo seguridad, pero... Esto no me haría un violador?, sería la misma escoria que el que violo a mi amiga, yo?, ser una escoria como él?.
Cerré mis ojos, recordé la radiante sonrisa de mi amiga, mi mente se clamó, me empece a relajar, el afrodisíaco aún hacía efecto, pero no tanto, recordé la sonría de mi maid, esa sonrisa que me hacía no sentir tan solo, mi maid me había acompañado todo este tiempo. Es mi amiga y yo la quiero proteger, no dejaría que algo tan ridículo como mis ganas de tomarla cambiaran nuestra relación.
Me pare, sonreír, alce a mi maid y la traje al colchón, mi maid eligió este lugar, no sabía dónde quedaba, así que tendría que esperar a que mi maid se levantara, coloque la cabeza de mi maid en mi regazo, acomodé a mi hijo para poder acomodar bien su cabeza, después de un rato de acariciarla, los ojos de mi maid abrieron, sus ojos negros son hermosos, mi maid me miró.
— tranquila, ya estás bien, como te sientes?.
— sé… Señor Max… Usd… — mi maid bajó su mano a su intimidad, depues de inspeccionarse con sus dedos, me miró y abrió más sus ojos.
— sé, señor máx. USD pudo controlarse? — le di un pequeño golpe en la cabeza.
— tonta, no me digas que querías que te violara, porque hice un gran esfuerzo por no hacerlo.
— no, eso solo que... Como pudo controlarse? — mi maid me miró seria, yo aún le acariciaba su cabeza, mi maid es tierna y bastante adorable.
— idiota... Solo no quería borrar tu sonrisa — miré para otro lado, mi maid me abrazo como pudo y empezó a llorar.
— yo... Yo estaba lista… Si es por usd señor Max... Haría cualquier cosa… Yo... Yo hacerle todo eso… Me Dolió… Pero tenía que… Las palabras que le dije fue… Lo siento… Después de que usd se desmayara llore… No podía creer lo que le estaba haciendo… Perdóneme señor Max… Yo… — le tapa la boca con un beso, habla mucho, pero me agrada, me hace feliz que este a mi lado y la quiero para siempre a mi lado.
— ya lo sé. Además yo te lo pedí, no hiciste nada malo y dime, pase?.
— claro señor máx. Perdido su miedo, recuperó su orgullo, aprendió que en una pelea no hay reglas, también a pelear incluso con el dolor, se desató y pudo controlarse, yo lo consideraría un rotundo existo señor máx. — mi maid sonrió, esa sonrisa. Pará mi es la más bella, me sentía pesado, mis parados empezaron a caer y un mareo me atacó, me desmayé.
DOMINGO, 7 DE MARZO...
TARDE...
MÁX...
— señor máx. Por favor despierte — mi maid movía mi hombro, abrí mis ojos, me encontré con el techo de mi recámara, eso me alivio, la mira tenía su labio reventado y unas cuantas curas por su cara. Además tenía su atuendo de sirvienta, lo que también me alegro.
— otro rato más — le sonreí, mi maid me devolvió la sonrisa y me abrazo, sentí su calidez.
— señor máx. Señor máx. Estamos en casa — me abrazo fuerte, me dolía las cosillas, pero no pensaba quitarla, es un abrazo muy cálido y tierno.
— por cierto, que es ese cuarto? — la aparte y la mire, serio.
— señor máx. Ese es mi cuarto de entrenamiento, se acuerda la vez que le pedí un cuarto para mantenerme en forma? — esta ahora me acordaba, eso fue mucho dinero, ahora entendía por qué, pero en ese momento mi maid me dijo que era para mantenerse en forma, no para hacer una sala de tortura.
— a mí me pareció otra cosa, a todo esto, son legales todo lo que tienes allí?. Además, porque los látigos?.
— a si, todas son legales, los látigos son… Señor Max… Usd ha visto esa película de dominación… En la que un millonario, se queda encantado con una mujer que le hizo una entrevista?.
— no… Pero que pasa?.
— bueno… — un rubor corrió por sus mejillas — era para qué… Me… — la agarré del brazo y la traje a mí, sabía lo que quería, hacer que mi maid lo dijera no está bien.
— qué tal si nos bañamos? — no quería hacer nada, no en estas condiciones, me dolía todo, no me volvía a costar, porque hablar con ella era importante, ya le daría lo que quiere en otro momento.
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