MIÉRCOLES, 2 DE MARZO...
MAÑANA...
EMPRESA INDUSTRIAL CAMELOT.
MÁX...
Mis ojos captan las diapositivas ante mí, la nueva presidente; marci camelot, explica los ingreso y el capital de la empresa.
La junta se basaba en cómo ella recibí la empresa en cuestiones económicas, y en que condiciones la entregaría después, está vez llegue puntual, mi maid estaba más energética de lo normal y de hecho me hizo un desayuno. Muy rico, una tostada en forma de corazón y en el medio la yema del huevo se derretía.
Le había preguntado como se sentía, tenía cierta preocupación por ella, solo me dijo que le dolía un poco, pero que no era nada grave, asistí, me bañe, sacó y corbata y ahora estoy aquí, ahora que lo pienso ayer no escribí nada en mi libro, bueno no había nada que escribir, solo lo hago cuando sale de mí. Cuando siento aquellas ganas de coger mi lápiz y poner mis palabras en la hoja. Esa sensación la estoy sintiendo ahora.
Tengo ganas de sacar mi celular y escribir mis pensamientos, al llegar a casa los traspasaría a mi papel, escribir en el celular no es malo también se disfruta, pero no tanto como el sonido del lápiz al rayar el papel.
Mi asiento en la mesa redonda. Queda cerca del la presidente, lo que ahora juega en mi contra, antes de entrar marci me advirtió que si no prestaba atención y ponía empeño en esta empresa, me hará asistir todos los días. Como un empleado ordinario, por eso aguanto mis ganas de sacar el celular y presto atención a su explicación.
Al mismo tiempo que miro las diapositivas la estudiaba a ella, sus movimientos. Sus gestos. Su forma de hablar, con estas cosas podías aprender algo de una persona, debes en cuando miro sus nalgas, de alguna manera me intrigan, no por malos pensamientos, ya no tengo de esos, los miro porque ahí está su cadera lo que está claro para todos, cuando una persona está tensa también lo está su cadera, quería confirmar eso, lo que note. Está relajada, como si hubiera hecho esto miles de veces.
Esto me está colmado, llevo dos horas aquí sentado, y me estoy empezando a estresar, no estoy en mi habiente de confort, me gusta sentirme libre. Es por eso que en casa la mayoría del tiempo me la paso desnudo, el saco y corbata son elegantes y son usados para grandes eventos en una sociedad de la alta economía, pero también son molestos.
Mire mi reloj esto solo parecía eterno, para mí. Además estoy algo preocupado por Marcos, la junta terminó y todos aplaudieron, sobra decir que yo también, terminó esto, ya me quería ir, me pare de mi asiento y sonreí y extendí la mano a unos cuantos.
Ya todos se había ido solo faltaba yo, que también me disponía a salir — espera — escuche la vos de tras de mí, está claro quien podría ser, me dio la vuelta para verla.
— dime? — se acercó a mí, estado pensándolo y está mujer. No conoce el espacio personal.
— tengo una pregunta para ti — me miro a los ojos, parecía querer dominarme, le miré también con mayor intensidad.
— adelante.
— que vas a hacer el sábado?.
— tener sexo, por qué? — la estoy molestando.
— interesante, y dime con quien?.
— tengo que decírtelo?.
— si, o es mentira? — seguí con su mirada intimidadora, siendo sinceros, me estaba empezando a molestar esta mujer.
— no, quieres saber con quién?.
— sí.
Tome su mentón con mi mano y lo alce un poco — contigo — le di un beso en su mentón y la aleje.
— por qué te detienes? — puso su mano en mi nalgada, esto ya no me empezaba a gustar, abrí mis ojos un poco, empezó a apretarla.
La tomé del cuello y la coloque contra la pared y con mi mano libre aguante sus dos brazos arriba de su cabeza — eres un pan muy rico, no vaya a hacer que te coma — le dije en su oído y le solté un pequeño soplo.
— nada mal, pero... — se liberó de mi agarre y me dio la vuelta, pego sus pechos a mis pectorales tanto como puedo, bajo su mano a mi hijo y me chupo el cuello, subió a mi oído — me gusta este juego de los dominantes, la pregunta es, quien será el amo?.
Sonreí, aproveche para subir mi rodilla a su intimidad tratando de levantarla, agarre una de sus nalgas con mi mano y con mi mano suelta traje su vista a la mía — no hay necesidad de la pregunta — mordí su labio inferior y lo tiré — yo soy tu amo.
Las puertas se abrieron, al momento los dos nos separamos y tratamos de parecer normal.
— marci, como té... — la persona que abrió las puertas, era una mujer, tenía puesto un vestido de color suave apretado, su pelo llega hasta los hombros, sus labios carnosos y rosados, tenía tacones puestos. Desfilando unas hermosas piernas, en sus orejas, cuello y muñecas tenía asesóreos de lujo, tenía su cara levemente maquillada y unos ojos marrones claros, se parecía a marci.
— que están haciendo? — preguntó la mujer, parecía molesta.
— nada — dije mientras acomodaba mi saco, me acerque a ella — y quien eres tú?.
— no sabes quién soy, soy la segunda hija del dueño de esta empresa — dijo de manera arrogante, me está empezando a molestar — y tú quieres eres?, y que le hacías a marci? — seguí con su tono arrogante.
— nada de tu incumbencia, antes de que te vayas, tendremos una reunión el sábado, te llamaré un día antes para citarte al lugar — marci me habló, e ignoro a la mujer.
— es una cita, no? — dijo la mujer y miró a marci, la mujer sonrió y luego me miró a mí — me presentaré de nuevo, soy vanneza camelot, segunda hija de Erick camelot, ahora tú quien eres? — su tono de voz cambió, ahora parecía amigable.
— no tienes por qué decirle quien eres — dijo marci, con un tono de voz algo irritada.
Las dos se miraron, no quería meterme en sus problemas ni nada por el estilo, pero vanneza era la segunda hija de Erick, no la podía tratar mal.
La miré — soy máx valtery, un gusto en conocerla, señorita camelot — hice una pequeña reverencia, no quería problemas.
— así que máx valtery también es un placer conocerte — Vanneza miro a merci — si se te ofrece algo puedes decírmelo, te permito decirme vanneza — sonrió.
— me retiro, que tengan una buena tarde — mire a marci — estaré esperando tu llamada.
Marci asistió y la sonrisa de vanneza se borró, me era más conveniente irme rápido, y dejar a estas raras aquí, salí de la sala.
Me dirigí a mi oficina, tengo algo que hacer, por lo normal podía hacer esto desde mi casa, pero era mejor venir de vez en cuando, era importante que reconociera mi cara, a la entrada de mi oficina está mi secretaria.
— buenas tardes, señor valtery, su oficina está lista para su uso, estaré a su cargo de ahora en adelante — dijo la secretaria, haciendo una reverencia.
— bien, estaré contando contigo — entré en la oficina.
Es basté hermosa y elegante, mi escritorio es grande y espacioso. Además hay unos muebles y una mesa pequeña en el medio de ellos, al igual que una jarra de vidrio con agua, todo están impecable. Es cómoda.
Me senté en la silla y miré mi computador, la pantalla era grande y plana, los teclados suaves, no está mal, soy un accionista privilegiado. Se puede decir que esto era lo de esperar.
Coloque un aparato encima de el escritorio, después de un análisis, marco seguro.
Mire mi reloj, ya era la hora, mi teléfono sonó, lo saque y conteste.
— está confirmado, lo siguen, como debo proceder?
— por ahora espera, y mantente al tanto de toda situación, si pasa algo, tienes permiso de actuar de inmediato.
— como usd quiera.
Colgué el celular, y pague el aparato y lo volví a guardar, arregle unas cuantas cosas en mi computador y lo apague, salí de mi oficina, me despedí de mi secretaria, y salí de la empresa, tome mi carro y fui a mi casa.
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