Capítulo 3; reunió.

—oye, máx. Investigue lo que me pediste—Marcos suspiró, antes de colocar una carpeta sobre la mesa—. Si que te metes en cosas raras.

Estábamos en la sala de estar de mi apartamento. En este momento, Marcos me miraba con reproche de una posible embarrada que hice.

El tema era el contrato que firme para ser un accionistas de 'camelot'. Hace un tiempo soy uno de sus accionistas— pero no preste especialmente atención al contrato que firme, "ni a la las letras pequeñas".

Marcos es un buen amigo mío de la infancia. Ahora es un reconoció abogado de la ciudad, aprovechandome de eso. Le dije que buscará entre sus contactos información sobre la empresa camelot.

—no se porque no lees antes de andar firmado cosas por ahí.

Marcos me sermoneo.

De cierta manera, tiene razón. Sin embargo, la propuesta de ser parte de la empresa llegó a mi de pronto. Una noche que tomaba con un viajo conociendo de mi padre, tal vez, mi error fue confiar en él.

—de todo maneras, ya no se puede hacer nada. Firmaste un contrato, ahora hazte responsable. Me dijiste que hablas con la nueva presidenta, ¿no? Apóyate en ella.

—si, de hecho. Ahora soy algo así como su asistente.

—eso es de ayu—

— antes de que Marcos acabará de hablar, uno de los amigos a los que traje, interrumpió.

—máx, ¿que es esto? ¿No llamas acá solo para vernos las caras o qué? —Reprochó Rubén, desde la barra de bar de mi apartamento.

Rubén es mi amigo de la infancia(junto con los demás que están acá: alegrando y Pablo). Alejandro estaba en la cocina y Pablo, como cosa rara, estaba pegado a su lapto.

Mire a Rubén que, desde que llegó. Lleva tomado en el mostrador del mini-bar que está en la sala.

Desde que llegó, lleva tomando(media botella el solo); Además, no ha hecho más que intentar coquetear con maid.

Pero no es que lo pueda culpar. Después de todo, se supone que la idea era pasar una tarde diferente, suspiré.

—Rubén tiene razón, dejemos esto para después. Hay que desestresarse un poco. —Marcos apoyo a Rubén.

—¿qué tal si traemos algunas nenas? Yo invito hoy. —dijo Rubén, con una mirada coqueta y brindado sólo.

—parece que estamos botados hoy, permitame unimer también.

Alejandro también se unió a la conversación. Se supone que debí estar en la cocina(preparando pasa palos), pero aprecio de la nada después de que Rubén diría su propuesta. Era de los que le encanta las cosas gratis, "no gastar dinero si no es necesario". Es su lema.

Luego, con una pequeña tos finjida, Pablo. El último cámarada aquí, dijo:

—yo tengo el número de algunas nenas que les puede interesar. Por supuesto, requiero de un pequeño pago por esa información.

Sí el lema de Alejandro era "no gastar si no es necesario" — entonces. El de Pablo sería algo así como; "uno de sentimientos no vive".

Me preguntó, ¿cómo vivirían estos dos en una misma casa? No tiene remedio.

\[●●●\]

El sol se puso.

los establecimientos nocturnos abren sus puertas para los amantes de la noche.

El [paraíso nocturno]. Es uno de esos tantos establecimientos para adultos, pero no es cualquiera establecimiento. El [paraíso nocturno] sólo abría sus puertas a personas importantes en la sociedad(no era para todo mundo).

La jerarquía y la etiqueta estaban bien implementadas.

Era un lugar exóticos y exclusivo. Era de esperar, aquí solo vas a encontrar a grandes empresarios, gobernadores e incluso, personas del bajo mundo.

El piso del establecimiento fue hecho en forma de escalera, de este modo. Las personas más poderosa quedaban sobre los demás, haciendo claro su lugar.

En la parte de arriba, en el penúltimo escalón del piso. Dos personas se encontraban charlando; uno, era de una edad avanzada, y el otro; de edad corta, alrededor de los veinte y tantos.

El hombre de edad más corta, Lauriel, fue el primero en hablar.

—es una buena noche, ¿no? ¿Como le ha asectado el retiro señor?

Tras un corto tiempo la respuesta que recibió fue:

—nada mal.

Lauriel asistió. Luego, centro su atención en la mujer que bailaba frente a los dos. Él la detallo: un cuerpo sexual y tierno; sus movimientos despertaban el deseo en cualquier hombre que la viera bailar.

Su vestuario solo elevaba su nivel de atracción; —no obstante, no cubría las partes importantes. Decir que está desnuda, con partes de tela que tapan sus hombros y muslos, es una descripción más exacta—, pero eso era parte de su encanto.

No entiendo a los tipos como él, pensó Lauriel.

Por lo común, uno viene a este tipo de lugares a divertirse y saciar el deseo.

En este lugar todo era permitido. Incluso, probablemente— no, seguro, la mujer que baila ante los dos debe de estar drogada, en su estado actual. No era diferente a una perra en celo.

Por supuesto, en este establecimiento no podía faltar cuartos para la diversión de sus clientes. Ahora, tampoco había una regla que impidiera saltar sobre cualquiera de las mujeres que trabajan aquí.

Sin embargo, eso sería repugnancia total. Y muchas de las personas aquí optaban por los cuartos, por privacidad.

—saciate.

Laureil lo ha estado pensando y—

Este viejo esta enfermo.

No cabe duda de eso. Siempre es lo mismo, se complace espectado mujeres, o más bien. Le gusta detaller la mercancía.

Bueno, supongo que cada quien tiene su propio hobby .

Lauriel miró con lástima a la mujer que se autosaciaba sobre la mesa, como un animal. Desprovista de toda vergüenza y botando baba por sus dos bocas.

—¿que piensa hacer con ella?

—¿con "ella" te refieres a quien? —El hombre, de edad avanzada, lo miró(por primera vez, desde que inició la conversación).

Tal vez no se dio a entender. Lauriel Iba a decir en broma: "a su hija", pero decir eso sería demasiado aterrador. El hombre que tenía era susceptible cuando se trataba de su hija. ¿Cuanto sufrimiento este hombre lo haría pasar solo por una broma estúpida como esa?

Lauriel, como pudo, dijo: a esta mujer, por supuesto. ¿Es de su agrado? ¿Quiere que le reserve un cuarto?

El hombre de edad avanzada, después de mirarlo por un corto tiempo, asistió. — pero antes de que Lauriel fuera a reservar el cuarto, dijo; —es buena, darán mucho por ella.

Laureil sabía a que se refería con esas palabras. Esto no es de mi agrado, pero trabajo es trabajo. Después de todo.

Era por ese mismo pensamiento que, un mero secuaz como él podía venir a estos lugares. "piensa como quieras, actúa como quieren". Mientras mantenga ese pensamiento en su corazón, todo saldrá bien.

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