Capítulo 5

10 años después (más o menos). 

Val abrió los ojos, un recuerdo vago del gran alien diciéndole “Pronto" se asomó en su memoria pero se esfumó como bruma, desde el "incidente" no había vuelto a estar en una nave, después de lo sucedido nadie lo culpó aunque afortunadamente ellos no tenían el cuadro completo. Después de eso regresar a la tierra no había sido tan difícil como podrían haber creído cuando escaparon lo realmente complicado había sido pilotar la nave. Eso sí fue casi imposible, afortunadamente Bill un compañero, era bueno y había logrado llevarlos de vuelta o eso le dijeron, la verdad es que el se había despertado en el hospital una semana después de haber regresado. Bruce estaba junto a él con enormes ojeras y demasiado cansado para ser un hombre joven, según le informó el comandante Watt se había negado a aceptar el informe completo y presentarlo a sus superiores así que omitió la parte del abusó y la parte de los grandes guerreros que sólo el Doc y Val habían visto, se negó también a creer que no habían sido alimentados en todo el tiempo que estuvieron fuera y sólo habían sido inyectados con una extraña solución por lo que nadie aparte de la tripulación sabía la verdad y nisiquiera estos sabían cuando Val lo había disfrutado, descubrió además que habían pasado dos semanas fuera, pero por lo que él sabía había pasado el 90 por ciento de ese tiempo con el gran extraterrestre dentro de él y aún después de tanto tiempo él seguía deseando seguir allí, a partir de entonces sus sueños eran siempre los mismos soñaba con el gran tipo dentro de él, soñaba que otra vez lo llenaba lo cual lo despertaba empapado en sudor y con restos de su propia semilla en su ropa interior mientras su corazón se destrozaba al sentir la realidad de su soledad, era imposible olvidar al gran tip, su cuerpo simplemente no olvidaba su aroma, su mirada salvaje, su gruñidos cuando llenaba con su semilla a val, las grandes manos sobre su piel, una piel que ansiaba volver a sentir su toque era como estar en un desierto frente a una fuente muriendo de sed sin poder beber. Como sea, la verdad era que ni su cuerpo, ni su mente lo superaban, el Doc se había quedado junto a él todo este tiempo negándose a dejarlo solo, era un tipo listo y demasiado bueno, después de todo de no ser por él probablemente se habría quitado la vida hacía mucho. Esa era una opción que aún contemplaba en los días en que el dolor y la angustia se volvían insoportablemente dolorosos, -Mi vida no es tan mala, pensó en la ducha mientras tocaba las marcas en sus muñecas, la alarma sonó avisando que le quedaban 20 minutos para salir de su casa al trabajo por lo que corrió por la casa tomando sus cosas, afortunadamente nadie parecía estar despierto aún      

—Tienes que seguir adelante —las palabras resonaron en su memoria, eso era lo que había dicho el Doc sin poder explicarle las líneas negras de tres centímetros de ancho que aparecieron unos días después de su regreso y que  envolvían completamente sus muñecas, parecían tatuajes de tinta negra y cuando alguien preguntó Val dijo exactamente eso,. Un suspiro melancólico salió de él mientras observaba desde el comedor del hangar, donde trabajaba como mecánico espacial, el programa en el televisor. Sonrío mientras el Senado mundial de embajadores discutía si iban a la guerra o le daban a los Morónst el núcleo de la tierra, estos amenazaban con que destruirían a toda la humanidad y lo tomarían igual, Val rió ante la idea de los senadores negociando con los Morónst sin mearse en los pantalones, dos hombres de trajes negros aparecieron y se dirigieron directamente a él 

—¿Cabo Valente Hish? —Val asintió, ¿qué carajos había hecho?—. El ejército solicita su presencia inmediata acompañemos por favor —los hombres ordenaron. Val no pudo negarse, no es como si le hubieran dejado alguna opción y empezó a caminar tras ellos mientras su corazón amenazaban con salir huyendo de su pecho, él había preguntado, qué estaba pasando o si había hecho algo pero no obtuvo respuesta. Tomaron un viaje por una puerta espacial hasta la estación dónde la reunión del Senado estaba sucediendo estos voltearon a verlo cuando salió en la  cámar, parecían estar esperándolo, noto vergüenza  y arrepentimiento en todos ellos que exudaban lastima, esto solo empeoró el nudo en su estómago.

—Cabo Valente —el tipo esquivó su mirada mientras le hablaba—. Debe saber que lamentamos mucho lo que estamos a punto de hacer, no sabe lo difícil que es, pero encontramos otra forma de salvarnos, sin embargo el ser que nos salvará tiene algunas condiciones para intervenir en nuestro exterminio, una es entregarlo a usted con el. El dice ser su esposo, creemos que es válido sacrificar a uno por el bien de millones, uno de los embajadores del Congreso Mundial habló 

—¿Mi esposo? No se si ustedes sepan esto pero yo ya estoy casado —señaló la argolla en su dedo—. No iré con nadie que no sea el.

—Jamás dejaremos de disculparnos por lo que estamos haciendo, pero no tenemos otra opción es usted o todos nosotros trate de comprender seguramente también tiene seres queridos que de no hacer esto van a morir.

—Exacto, no pueden hacernos esto tengo una familia que me espera en casa ¿Que pasará con ellos?.

—Lo sabemos, no tiene idea de cuánto lo lamentamos, de verdad lo sentimos muchísimo. El doctor Bruce Hamilton está siendo traído ahora mismo por favor, trate de comprender que no encontramos otra forma —el hombre mayor dijo sin verlo directamente a la cara por su actitud parecía que a Val le pasaría algo malo ya que nadie lo veía directamente. Había vergüenza y arrepentimiento en su voz al igual que en el resto de hombres de traje que miraban el piso como si no hubiera nada más interesante a su alrededor.

—¿Qué pasó? ¿Porque yo? —su tono de rendición era claro—. Hay literalmente millones de personas ¿y porque yo? Mi vida está mejor ahora, estoy casi recuperado no quiero arruinarlo ¿Qué pasará con mi familia? —volvió a preguntar a punto de llorar—al menos asegúrense de que sepan que no los abandoné, no importa que pase, ellos deben saber que yo no los deje y que hasta el último momento estuve pensando en ellos.

Los miembros del consejo tragaron un nudo de culpa mientras Val hablaba de su familia.

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