Capítulo 2

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Cuando salieron al otro lado de la puerta, Val sintió que su cabeza explotaría regando su cerebro por el lugar. El intenso dolor se fue inmediatamente cuando vio lo que estaba frente a él, un grupo de grandes hombres, no,no. No hombres guerreros. Grandes, enormes guerreros con cara de pocos amigos, estos eran extrañamente humanos, al menos en apariencia corporal, es decir tenían dos brazos dos piernas y un rostro distinguible tenían la piel de un naranja mate, cálido, hermoso el cabello rojo intenso y los ojos en distintos tonos de violeta hasta llegar al fucsia o era rosa? todos eran puros y sensuales músculos que casi se podían ver bajo las gruesas y grandes armaduras sobre sus hombros, eran seres enormes, debían medir dos metros o más, pero lo más aterrador de ellos era la boca, está estaba repleta de colmillos negros como ébano que sobresalían de sus labios dejando claro que eran carnívoros, Val que minutos antes se preguntará dónde estaba su instinto de preservación ahora sabía dónde, porque en ese momento su instinto estaba gritando dentro de él, gritaba que corriera lo más lejos de esas fauces. Eso... eso era lo único que él quería en ese momento correr, correr lo más lejos de esos colmillos y de esas garras, ¿o acaso olvidé mencionar las garras enormes que salían de los dedos de estos sujetos? parecían navajas de pandilleros. Sin más él fue entregado a estos tipos. ¿Que? ¿Acaso sería convertido en bocadillos para estos seres? ¿sería servido en una fiesta? No no era posible así no es como se imaginó su muerte, comido por estos gigantescos seres lo podía ver claro en su lápida “Valente Hish buen amigo, buen soldado, mediocre hermano, pésimo hijo, fue comido” la idea casi le saca una carcajada amarga, si el definitivamente sería comido se dijo cuando después de llevarlo a rastras por un buen rato llegaron a un lugar de apariencia estéril, lo subieron en un cuadro a medio metro del piso y le echaron encima una especie de baba blanca semitransparente que se movió por todo su cuerpo limpiándolo a profundidad, demasiada profundidad incluso los lugares que no debía en su opinión. Sé tardó demasiado en esos lugares sobre todo en su trasero, se habría excitado cuando la cosa se introdujo lentamente en el si no fuera por el terror que sentía de imaginar su carne en esos filosos dientes, sólo esperaba morir antes de ser masticado. Cerró los ojos cuando fue sujetado fuertemente por sus brazos esperando lo peor con resignación. 

Para su sorpresa no fue comido, al menos no en ese instante y no por los grandes guerreros que lo limpiaron si no que estos lo lanzaron desnudo en una habitación destrozada y cerraron la puerta, el intento salir pero ni siquiera logró encontrar la línea de la puerta, por lo que sin saber que hacer camino por el lugar intentando pensar en que hacer por lo que camino en silencio se detuvo rápidamente. Lo que encontró a unos metros casi lo hizo vomitar de nuevo, había decenas de cadáveres de seres que él nunca había visto, ninguno humano por lo que se percató, pero todo estaban muertos, ninguno comido afortunadamente eso lo tranquilizó un poco. Más bien daba la sensación de que se habían ¿Suicidado? Esto es terrible pensó. Un ruido casi lo hizo reaccionar pero no tuvo tiempo ya que en cuestión de segundos se encontró sobre su espalda en una superficie dura a varios centímetros del piso. Una lengua rasposa se arrastró por su cuello, eso definitivamente debería haberlo asustado, en su lugar envió un impulso a su pene que se levantó a medias, la lengua siguió recorriendo su cuerpo desnudo bajando poco a poco deteniéndose en sus tetillas esto le saco un gemido fue cuando se dio cuenta que el definitivamente sería comido, aunque no como había pensado, la lengua siguió bajando y él tuvo al fin el valor de abrir los ojos fue aterrador. Si el había creído que los sujetos de antes eran enormes e intimidante este sin duda les quitaba el puesto, ya que este era más grande, más musculoso, más imponente, más dominante, más de todo, sus ojos de un morado oscuro, estaban inundados de lo que Val supo reconocer era lujuria mientras el largo cabello rojo sangre caía desmanejado en mechones por todas partes desde sus hombros hasta su cintura haciéndolo ver más salvajes y lujurioso. Y si este monstruo lo que quería era eso, el definitivamente haría lo posible con tal de no morir. La lengua de antes ahora había llegado a su parte trasera que no puso mucha resistencia abriéndose como una flor por la mañana.

Val se dio cuenta que la baba lo había preparado previamente dejandolo estirado y lubricado, lo cuál agradeció enormemente cuando el alienígena se paró y vio lo que había entre sus piernas mostrándose en toda su gloria y esplendor. Val nunca nunca en su vida había visto algo tan grande en ningún hombre, él era medio bisexual y a sus 22 sólo había estado con tres hombres y algunas chicas, pero ninguno había tenido una herramienta de ese tamaño, además fue él activó en dos ocasiones. El no estaba seguro si lo soportaría pero al alíen no parecía importarle ya que se hundió en el de una sola estocada hasta la mitad, el dolor que lo invadió fue el peor que había experimentado en su vida, la quemadura nunca antes ardió tanto y no era por falta de lubricación era debido al gran tamaño del tipo Val sintió que estaba siendo partido a la mitad, el dolor era demasiado por lo que se quedó quieto en un semi shock estático que provocó que olvidará como respirar por un momento debido al dolor. El extraterrestre lo observó quieto por unos segundos luego empezó a moverse fue doloroso como el demonio al punto que creyó que no lo lograría, dos lágrimas se le escurrieron contra su voluntad pero luego de unos segundos que parecieron una eternidad, el dolor se mezcló con placer cuando el tipo se hundió hasta el fondo y dió justo en su punto de placer, y vaya que era placentero. Val agradeció su vena masoquista que tanto había temido explorar porque de lo contrario no podría disfrutar de esto, es más él no debería disfrutarlo, ¡¡Se suponía que esto no era consensuado!! No, no, no lo era, el de verdad lo deseaba en este punto, no negaba el hecho de que estaba muy asustado y si realmente hubiera estado en contra de esto habría luchado hasta la muerte para cuidar su...su "castidad", pero la idea del gran y hermoso tipo dentro de él lo ponía a mil. Maldición era culpa de su mente que no podía dejar de imaginar, pero vaya que el monstruo estaba muy bien dotado allí abajo y sabía moverse, ¿tal vez si el tipo fuera malo en la cama él podría resistirse un poco más? ¿No a quien engañaba? Lo que lo excitaba era lo poderoso y dominante que este ser se sentía, sentir todo ese poder fluir por su cuerpo era lo máximo sobre todo el pensamiento de ser deseado por el gran monstruo rojo. Le gustaba esto, de verdad le gustaba lo que estaba pasando, sin mencionar que el tipo literalmente lo tenía empalado en la pared sin permitirle moverse, cumpliendo así una de las más profundas y oscuras fantasías de Val.

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