CAPÍTULO 17: UNA NOCHE DE INSOMNIO

Antes de acostarse Nicolás revisó su celular y encontró un mensaje de buenas noches de Anie.

Anie: hola Nico, no he sabido de ti, ¿llegaste con bien?, espero no te moleste que te haya escrito, que tengas bonita noche.

Nicolás quiso contestarle, pero al ver que era muy tarde y ella debería estar durmiendo no quiso despertarla, al otro día se comunicaría con ella, se dio un baño y se acostó a dormir. Al otro día despertó un poco tarde por la desvelada y con dolor de cabeza, se levantó rápido, se alistó como cada mañana y se fue a trabajar, tenían muchos pendientes, todavía tenía algo de trabajo atrasado por los días que se ausentó, Efrén hizo lo más que pudo, pero no logró hacer todo,  ya que había cosas que solo Nicolás podía hacer o tomar decisiones y como le había pedido no lo interrumpiera, así lo hizo, al terminar el día estaba muy cansado, llegó su casa a cambiarse y salir a hacer ejercicio para relajarse un poco, cuando estaba estresado hacía ejercicio y eso lo relajaba mucho y cuando estaba demasiado estresado salía con Efrén a tomar a un bar.

Después de hacer ejercicio regreso a su casa, se dio una ducha y se recostó sobre su cama, estaba tan cansado que se durmió tan pronto se estuvo en su cama. Durante la noche tuvo un sueño donde había una persona llena de sangre, la veía corriendo hasta que llego donde él estaba, se aventaba a sus brazos y lloraba desconsoladamente, después de un rato dejaba de llorar y con una voz familiar solo le decía  << gracias   data-tomark-pass >> antes de volver a salir corriendo hasta perderla de vista. No sabía quién era esa persona o porque había aparecido ahí, luego escuchaba esa voz que no quería escuchar << perdóname, por favor, sé que me equivoque, no me dejes data-tomark-pass >> despertó exaltado pensando ¿qué había sido todo eso que había soñado?, le costó volver a dormir, se levantó y fue a su balcón, desde su balcón observó el cielo nocturno y el jardín que estaba poco alumbrado por unas lámparas solares y la luna, trataba de olvidar ese sueño, pero algo le tenía inquieto y no sabía que era.

Anie después de mandarle el mensaje a Nicolás se quedó por mucho tiempo esperando respuesta y cuando vio que era tarde y él no había visto su mensaje se acostó resignada, no sabía si Nicolás no quería responderle porque se había olvidado de su compañera de vacaciones o si tal vez estaría muy cansado y no había tenido tiempo de ver su mensaje, al otro día tal vez lo vería y contestaría,  pero tampoco hubo respuesta, se sintió un poco triste, pero esto no la haría caer nuevamente en la tristeza, Nicolás solo fue un buen compañero de vacaciones y se convirtió en un buen amigo, al menos para ella así era. Se levantó un poco desanimada, Estela le llevo a la empresa, no sin antes bromear un poco con ella y asegurándose de que había desayunado bien, después de terminar su jornada de trabajo revisó nuevamente su celular y aún no había respuesta de Nicolás, marcaba que había visto el mensaje, pero no había respuesta, pensó que a lo mejor solo fue un bonito recuerdo de una vacaciones donde conoció a alguien y que no volvería a verlo, no quería insistir en comunicarse con él, no fuera a pensar que lo estaba acosando y si no le había mandado respuesta es que tal vez no volvería a haber comunicación entre ellos, se sentía agradecida porque él fue como decía Estela, un ángel que le ayudo a superar más rápido la pérdida de Toño y la desgracia que paso su padre, pero tampoco podía forzar una amistad, resignada apago el celular y se fue a su casa.

Al llegar Estela platicaron un poco sobre cómo fue su día en el trabajo y como ambas estaban muy cansadas después de cenar fueron a dormir a sus habitaciones. Se acostó a dormir y trato de dormir, pero por más que daba vueltas no podía dormir, se levantó y fue a traer un vaso de leche caliente para tomar, vio el reloj, era de madrugada, tenía que ir a trabajar y por lo visto iría desvelada y con grandes ojeras por no lograr dormir esa noche. Después de tomar su vaso de leche regreso a la recamará, se recostó y luego de dar más vueltas logró dormir.

Estela: buen día Anie, ¿cómo te sientes hoy?, saludo mientras servía el desayuno para ambas.

Anie: cansada, no pude dormir bien ayer, tengo mucho sueño, dijo bostezando

Estela: ¡y eso! ¿Por qué amiga?

Anie: no sé, por más vueltas que daba no podía dormir, tal vez podría haber tomado la pastilla de nuevo, pero no quiero recurrir a medicamentos para conciliar el sueño, no otra vez.

Estela: cuando eso sea llámame y te acompaño…

Anie: con una de las dos que este desvelada es suficiente, tú también trabajas y no me gustaría que te develes por mi culpa.

Estela: hay amiga, ¿y qué has sabido del guapo (así le decía Estela a Nicolás)?

Anie: nada, le mande un mensaje y no me contestó, tal vez este muy ocupado y no tiene tiempo para estar hablando con personas que apenas y conoce.

Estela: amiga tranquila, como dices debe estar ocupado, yo igual le mande mensaje pero no me contestó, ya se comunicará cuando pueda, terminaron de comer y cada una se fue a su respectivo trabajo.

Nicolás al no poder dormir y sentir que algo no había hecho se acordó de  Anie y Estela, se sentía apenado que ambas se habían tratado de poner en contacto con él y no había tenido la amabilidad de contestarles.

Al siguiente día se fue a trabajar y después de que su secretaria le pasará los pendientes, le mando un mensaje a Estela mandándole saludos y decidió marcarle a Anie, creyó que un simple mensaje no era suficiente para mostrarle que no había podido contestarle después de la atención de ella, de querer saber cómo estaba. Anie ya estaba en su trabajo cuando su celular empezó a sonar mostrando un número desconocido.

Anie: diga.

Nicolás: hola Anie ¿Cómo estás?

Anie: ¿Nico?, ¿eres tu Nico?

Nicolás: sí, quería disculparme que hasta hoy me comunicó contigo, estuve muy ocupado y se me paso enviarte mensaje, has de decir que soy un descortés, pero aquí estoy reportándome, cuéntame ¿cómo has estado?

Anie: con mucho trabajo, pero muy bien, fui hace un par de días al psicólogo y ya me bajo la dosis del medicamento, dice que pronto podré dejar de tomarlo, pero que debe disminuir la dosis poco a poco para no generar un retroceso o caer nuevamente en ansiedad o depresión.

Nicolás: me alegra que estés recuperándote, nada más un favor.

Anie: ¿cuál?

Nicolás: ya no te andes desmayando ante los encantos de los demás, jajaja.

Anie: OYE, que chistosito, deja de seguir con eso, dijo haciéndose la seria, pero cuéntame  y tú, ¿como estas?

Nicolás: también con mucho trabajo y más ahora que estamos llevando un nuevo proyecto, pero todo sin problemas, en eso escucho que tocaron y la puerta se abrió, bueno me alegra saber que estas mejor, tengo que colgar, necesito seguir trabajando, dijo mientras miraba serio a la persona frente a él.

Anie: gracias por llamar, también me alegra saber que estás bien.

Se despidieron y Nicolás se levantó, rodeo el escritorio y se recargó del mismo mientras veía serio a Efrén.

Nicolás: que pasó que entras sin esperar a que se te autorice.

Efrén: disculpa no sabía que estabas ocupado y como tu secretaria me dijo que me esperabas.

Nicolás: sí, necesito que vallamos a ver cómo van los avances de los equipos que pedí, ¿me compañas?

Efrén: claro solo ¿puedo saber con quién hablabas?, a poco ya perdonaste a Amara.

Nicolás: era solo una amiga, con Amara aun no deseo hablar ni verla.

Efrén: y se puede saber ¿quién esa amiga misteriosa?

Nicolás: deja de decir tonterías, es la persona que te conté el otro día, la que enviudo cuando su ex novio apareció y le mato a su esposo en la iglesia.

Efrén: ¿no será qué…

Nicolás: por supuesto que no\, deja de pensar es*****  y vamos.

Después de revisar en la línea de producción como iba los avances de los equipos que formaban parte del nuevo proyecto, Nicolás recibió una llamada de su abuelo, pidiéndole que pasará a su oficina a verlo.

Alfred (abuelo de Nicolás): siéntate hijo, dijo señalando el sillón que estaba en su oficina.

Nicolás: gracias abuelo, dime ¿para qué me necesitas?

Alfred: hijo desde que regresaste de vacaciones no me has venido a ver.

Nicolás: lo siento abuelo he estado muy ocupado terminando los pendientes que quedaron en la empresa a raíz de los días de ausencia que tuve.

Alfred: ya veo, Efrén nos pasó tu plan para el nuevo proyecto, me pareció muy bueno y cuéntame ¿cómo salió esa idea?

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