CAPÍTULO 9: LA EXPO

Cerró los ojos sintiéndose tocar el piso en cualquier momento pero eso no sucedió, cuál fue su sorpresa, se encontraba sostenida en los brazos de la persona frente a ella, con la que había chocado, tratando de separarse del agarre del chico se enderezo mientras daba un paso hacia atrás mientras le escuchaba disculparse.

Nicolás: se encuentra bien señorita, disculpe no vi que había alguien detrás antes de dar la vuelta, dijo observando a la chica en sus brazos, era la misma que había visto en el balcón, una hermosa joven de

piel clara, cabello castaño y ojos verdes, aunque con una mirada triste.

Anie: no se preocupe, estoy bien, solo vengo a dejar mi llave, disculpe, tampoco fui cuidadosa, estiro su mano para dejar la llave, con permiso, inclino su cabeza en señal de despedirse y se alejó con unas bolsas que llevaba en su mano.

Nicolás: adelante y nuevamente disculpe.

Anie dio media vuelta y salió del hotel buscando un taxi para llevarle al lugar donde sería la sede de la EXPO, en la entrada estaban Caroline y el señor Rodolfo para entrar a instalar el módulo que tenían asignados, una vez instalados empezaron a repartir volantes y trípticos entre los asistentes, Anie no había dejado desayunado no tenía hambre como normalmente le pasaba, aunque se sintió un poco débil continuo su trabajo, después de unas horas su jefe se le acercó para preguntarle si había comido, ella trato de decirle que sí, pero su jefe se dio cuenta, él sabía que seguía en tratamiento y en horario de trabajo estaba al pendiente de que no se malpasará para que no se sintiera mal.

Rodolfo: Anie, sé que no has comido, tanto como que prefieres seguir aquí trabajando, vez a comer y toma, te encargo puedas escanear y enviar estos pedidos que hemos cerrado para que los empiecen a preparar, pasa a comer y cuando regreses cambias a Caroline para que ella salga a comer.

Anie: no es necesario que salga yo primero, puede ir ella y yo salgo después.

Rodolfo: no Anie, vez primero, recuerda tomar tus medicamentos y cuando regresas cambias a Caroline, anda vez, no discutas.

Anie: está bien señor Rodolfo, voy a hacer lo que me dijo.

Tomo las carpetas con la solicitud de los pedidos que había logrado y se fue rumbo al hotel, después de escanear los documentos con una aplicación de su celular, los envió a la oficina y se recostó un poco a descansar ya que no tenía hambre, como no pudo dormir, trato de jugar un rato en su celular pero fue en balde, decidió regresar a la sede para cambiar a Caroline, cuando regresó su jefe había salido a comer por lo cual ya no lo vio. Caroline después de salir a comer regreso y siguió ayudándole en el módulo que atendían.

Al terminar el día, recogieron y guardaron todo, Rodolfo les dijo a Caroline y  Anie si querían ir a dar una vuelta, pero Anie se negó, le dijo que estaba muy cansada, que prefería ir a cenar algo al hotel y dormir. Él no le insistió, Caroline también pidió irse al hotel a descansar.

Mientras estaba en el hotel Anie veía por la ventana hacia el cielo, empezó a recordar a Toño, se preguntaba si estaría viéndola desde ese cielo azul brillante, se preguntaba en donde estarían si no hubiera muerto el día de su boda, cada pensamiento que pasaba por su mente era sobre lo que sufrió con Criss, sobre ella y Toño, sobre como recordaba viéndolo tirado a sus pies sangrando después del sonido del balazo, no pudo evitar empezar a sollozar al recordar, todo el dolor que había sentido en ese momento regresaba a su corazón nuevamente, lloro y lloró hasta quedar profundamente dormida.

Al otro día se levantó y alistó, después de verse en el espejo, le llamo a Estela, la cual la interrogo para saber si había tomado su medicamento y había comido.

Anie: no te preocupes, si he comido y tomado mi medicina, a qué hora llegas, para esperarte.

Estela: espero no me engañes, no te escucho muy convencida y no me cambies el tema, ¿comiste?

Anie: después de un largo suspiro, sí, no te engaño, ya comí.

Estela: hay amiga, respecto a tu pregunta, mi jefe me negó el permiso de última hora, hubo problemas con una construcción de Monterey y tengo que quedarme hoy, si se soluciona hoy, mañana podrá viajar, sino tendré incluso que laborar horas extras.

Anie: no te preocupes, yo estoy bien, haz tu trabajo con calma, que yo estaré bien, esperemos que se arregle todo pronto y puedas alcanzarme, no me quiero pasar sola después de que acabe la EXPO.

Estela: me voy a poner las pilas para ir contigo lo antes posible. No pienso dejarte sola.

Anie: gracias amiga por estar siempre conmigo, te quiero mucho.

Estela: sabes que yo también te quiero mucho, eres la hermana que nunca tuve, además le prometí a Cesar que te cuidaría mientras él no pueda regresar a México.

Anie: mmm, ¿cómo que eso me huele a romance?, jajaja.

Estela: hay amiga, que cosas dices.

Anie: no creas que no he visto cómo se te abren los ojos cuando hablas de mi hermano, creo que más que hermana me ves como cuñada, jajaja, bueno ya te dejo, debo ir a trabajar y tú también.

Estela: vale, ves o se te hará tarde, te quiero, colgó sin decir más.

Ese día tampoco dejó desayunado Anie, al verse en el espejo con los ojos aun hinchados por  haber llorado en la noche, se maquillo para cubrir la evidencia y salió rumbo a la sede donde tuvieron mucho trabajo y lograron sacar más pedidos de lo planeado, obtuvieron varios clientes nuevos, fue un día agotador, al medio día le había dejado salir el señor Rodolfo a Anie para que fuera a comer, pero nuevamente salió sin dirigirse a un lugar donde comiera, al ir caminando vio un parque y se sentó a observar los niños correr y jugar, se compró una gelatina y se la comió, después de calcular que era el tiempo de terminar lo que hubiera sido su comida regreso a la sede para que Caroline fuera a comer, más tarde regreso también de comer don Rodolfo que les había traído un postre a cada una para que comieran, no queriendo, Anie se lo comió, era lo que llevaba en 2 días en su estómago, solo una gelatina y una rebanada de pay que les había llevado don Rodolfo.

Al terminar regresaron al hotel, don Rodolfo paso dejando en su coche a Anie y después llevo a Caroline que se hospedaba en el mismo hotel que él. Anie subió a su cuarto y se tiró en la cama, se sentía muy cansada y mareada, le envió mensaje a Estela que había llegado muy cansada y que necesitaba dormir temprano, por lo que si no le contestaba no estuviera preocupada. También le dijo que le avisará cuando viajaba para poder esperarla.

Al siguiente día, al revisar sus mensajes se dio cuenta que le había contestado que aún no sabía si lograría salir a buena hora, todavía no lograban arreglar los problemas de su empresa, pero que le marcaba más tarde para avisarle. Ese era el último día de la EXPO, tuvieron menos visitas que los primeros dos días, pero al verificar los resultados, se encontraron que habían tenido buen nivel de pedidos y al ganar nuevos clientes esto fue gratificante para su jefe, les agradeció a las chicas, aunque parecía que estaba como si nada y con su maquillaje, el señor Rodolfo veía un poco colorada a Anie.

Rodolfo: Anie, te sientes bien, te veo un poco roja, le dijo un poco preocupado.

Anie: estoy bien, ha de ser el clima que por el calor a lo mejor me está afectando un poco, me siento un poco adormilada, pero estoy bien, no se preocupe, cuando terminemos me iré a descansar al hotel.

Rodolfo: por eso no te preocupes, ya no se ve movimiento, yo ayudo a Caroline a terminar de recoger todo, tú adelántate al hotel a descansar y más tarde me avisas como sigues.

Anie: no es necesario, puedo seguir ayudándole, además vine a trabajar.

Rodolfo: no, me sentiré mejor si vas a descansar, además falta poco de recoger, ándale, te ayudo a tomar un taxi.

El señor Rodolfo, le acompaño a tomar el taxi y le dejo pagada la tarifa para que ella no se preocupará por el pago, sus gastos del viaje (hospedaje y transporte) corrían por parte de la empresa, al llegar al hotel ella se sentía más mareada, incluso empezaba a ver borroso, bajo del taxi tratando de verse normal, entro y pidió su llave en la recepción, al estar subiendo por el elevador sintió que empezó a ver oscuro, al escuchar la puerta abrirse trato de salir pero perdió el control de su cuerpo, solo sintió chocar con algo y no supo más, todo se terminó de nublar.

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