Mis primeros años IV

Recientemente he cumplido 6 años de edad.

Mejoré mucho en la lecto-escritura y aprendí calculo todo por mi cuenta, mi madre lo sabe.

Ella me dijo que siempre lo supo pero estoy seguro de que no es cierto, solo lo dice para hacerme creer que lo sabe todo y no es así.

Pero estaba claro que en algún momento se enteraría de mis locuras, este libro me acompañaba a todos lados de la casa incluso al baño todo para leerlo mientras ella no me observaba.

La historia de Kendall me resulta interesante, se trata de un humano de otro mundo que muere para reencarnar en otro cuerpo, nace como bebé en este mundo y apenas a los 5 años aprende magia de agua bajo túneles.

Antes existían monstruos por doquier y él los eliminaba salvando vidas y ciudades junto a su grupo de héroes...

Es genial.

Esto me hace pensar... 5 años y él aprendió magia pero yo aún no sé nada sobre ella, no tengo idea de como crear un solo hechizo.

Lo intenté todo imaginando y forzando mi mano pero nada se crea de la nada... Tengo miedo de no ser apto para la magia.

Eso sería terrible.

Kendall era capaz de utilizar hechizos sin conjurarlos... En silencio o acortando a solo su nombre, por eso creo que necesito conocer el cantico para aprender magia, algo que también carezco.

También podría buscar un profesor de magia... No, madre nunca estaría de acuerdo en traer a un extraño a casa además no quiero que sepa sobre mi extraña locura de querer aprender magia.

Tarde o temprano se enterará y aunque no fuese así no ganaré nada ocultando esto, no hay alternativa si quiero aprender magia.

. . .

—Claro que si, contrataré a un profesor que te enseñe—. Dice ella alimentando al fuego de la chimenea.

—¿Eh?—.

¿Escuché bien? ¿Acaso mamá esta de buen humor o algo así? Creí que odiaba la magia por que le recordaba a mi papá.

—Nada de "Eh" ¿Por qué no lo permitiría? Por su puesto que te permito aprender magia—. Mientras voltea para observar mi rostro consternado.

Mi madre se ve brillante y no lo digo por su cabello azul resplandeciente sino por su personalidad... Algo le pasó ella está de buen humor, sonriente, feliz.

Preguntarle este día fue un golpe de suerte, gracias destino.

—No no, yo... Creí que no querrías que un extraño nos visite—. Le comento un poco nervioso.

—Claro que si, te gusta mucho la magia ¿Cierto?—. Pregunta con un tono amable.

—Si, lo que más deseo es aprenderla—. Exclamo seriamente.

—Woow... Cuánta decisión hijo, estoy orgullosa de ti— Dice entre risitas —Conozco a alguien que puede hacerlo, un mago de la zona, es bueno con la magia de agua—. Me explica ella.

Al escuchar estas palabras no puedo evitar preguntar a gritos de emoción "¡¿MAGIA DE AGUA?!" Incluso mi madre se sorprende.

La magia de agua es la primera en la lista de las recomendaciones de Kendall además del elemento de oscuridad, aprender agua sería no lo sé... Un sueño hecho realidad y esta al alcance.

—Si, su nombre es Masters no tendrá problemas en venir estoy seguro, aprenderás tu magia—. Dice orgullosa.

Mi reacción fue abrazarla y alagarla de forma emocionada, lleno de felicidad por la noticia diciendo cosas como "Eres la mejor madre del mundo te amo" y otras cosas cursis que al darme cuenta luego me dieron mucha vergüenza.

Pero está bien, no importa, lo que realmente importa es que aprenderé magia de agua por fin y seré un mago de verdad.

Esa noche luego de comer y dirigirme a la cama comencé a leer nuevamente las historias de Kendall. Me centré especialmente en las partes dónde el elemento agua tenía el protagonismo.

Los hechizos de [Flechas de hielo] y [Zona cero] eran sus favoritos por su velocidad, alcance y daño.

Aunque no tardó mucho en combinarlos junto con oscuridad u otro elemento.

Aunque estuvo mal la pasé realmente bien, leí y leí sin poder dormir, no quería hacerlo con cada página sentía que Kendall era yo sabiendo controlar el agua a mi capricho y voluntad.

Vencer monstruos, conquistar laberintos, salvar reinos, cruzar el mundo... Cuánta emoción.

Finalmente al terminar cierro el libro inflando mi pecho de aire por la nariz y exhalando por mi boca en señal de victoria.

Estiro mi brazo para abrir el baúl pero mis ojos son lastimados por un rayo de luz fuerte ¿Ya es de día? Pero si no ha pasado tanto tiempo... Eso creo.

Sin darme cuenta estuve en estado de vigilia durante la noche y terminé por desvelarme.

Ay no... Espero que no involucre a mi rendimiento en las clases de magia.

—Me iré a la cama—. Declaro mientras bostezo fuertemente.

Al sentir el suave tacto de las sábanas y de mi cómoda almohada mi cuerpo se deja llevar por el descanso de la noche... Aunque ya es de mañana.

Espero que el profesor llegue a la tarde y no a la mañana, de esa forma podría dormir bien.

La luz del sol me molesta la cara pero volteo para que no golpee mis párpados cerrados, aunque ahora hace algo de calor no es problema mis ganas de dormir son mayores.

Es culpa del vidrio y de la luz atravesando en él.

Qué comodidad.

. . .

Mi sueño es que me convierto en Kendall, junto a mis compañeros Kamel y Carol recorro el mundo en busca de aventura mientras aprendo magia volviéndome cada vez más y más poderoso además de un completo genio.

Una túnica blanca y azul, un báculo en mi mano y una espada en el otro como es el estilo de lucha de él, lo imito.

Un espadachín-mágico.

No sólo hábil con los hechizos también soy nivel maestro en el arte de la espada, tiendo a usar la escuela reverso de filo.

Carol se aproxima a mi y me dice "Ey Ciel, despierta, tienes clases de magia".

Mi sueño es perturbado por una madre de veintitantos años de cabellera azul.

Escuela reverso de filo: Una escuela de espada que enseña a defenderse atacando lo mínimo posible al enfrentarse a monstruos u otros oponentes. Combina bien con escudo y otra espada en mano, en el caso de Kendall (O Ciel en su sueño) un báculo.

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