En cada momento que compartimos, mi amor por ti crecía sin medida. Soñaba con un futuro juntos, con un hogar lleno de risas y amor, donde pudiéramos envejecer uno al lado del otro. La idea de casarnos y construir una vida juntos era mi mayor anhelo. Pero el destino tenía otros planes, y lo que una vez fue un sueño compartido se convirtió en un recuerdo lejano. Me dolió mucho que hayamos terminado, me dolió que no hubiera una segunda oportunidad. Pensé que me dirías que me quedara, que podíamos comenzar desde cero, que lucharíamos juntos por nuestro amor. Pero no fue así, simplemente me dejaste ir sin mirar atrás. Si me hubieras dicho que me quedara, lo habría hecho, habría luchado por ti, por nosotros, por nuestro amor. Pero ahora solo me quedan recuerdos y la nostalgia de lo que pudo haber sido.