Capítulo 1: La cicatriz
La recuerdo como si fuera ayer. La noche que casi pierdo la vida. Me salvé aquel día, pero mi alma quedó herida. El dolor era insoportable, físico y emocional. Pero con el tiempo, aprendí que la cicatriz y la herida no son lo mismo.
La cicatriz es un recuerdo de lo fuerte que soy por lo que he vivido, y aún así sigo en pie. Me duele mirar atrás y recordar el dolor, pero también me recuerda que no todo dolor es para siempre.
Quería morir sin antes aprender a vivir. Pero algo dentro de mí se negó a rendirse. Me salvé aquel día, y con el tiempo, encontré la fuerza para sanar. La herida duele, pero también llega a cicatrizar.
Hoy puedo decir que estoy viva, que estoy aprendiendo a vivir. La cicatriz me recuerda mi pasado, pero no me define. Soy más que mi dolor, soy más que mi cicatriz.
