¿Por que me dices eso, amor mio?...
Tanto desprecio por mi anula el efecto de tu amor.
¡Yo!, que te amo mas que el mar a la brisa, he sentido por tus aplabras un hondo dolor.
He hecho mal... ¡lo acepto!, pero ya mas nada quieres saber tu de mí.
¿Dime que esperas que haga, aun cuando estoy rogando por ti?.
Los dias me parecen grises y el canto de las avez, no son mas que grasnidos... y con ello, la imagen de tus fuertes brazos rodeandome me hace recordar que te perdí.
Con burla mi madre dice; "¡necia, por que lo has negado, ahora el se fue!".
Pero, en esta carta te digo amor mio, que ninguna mujer, incluso yo, jamas negaría tu amor.
Por que tal vez, cometi el pecado de ignorarte, pero creme amor mío, jamas habré de negarme al deleite que tu amor me daba.
Con ansias de una mujer enamorada.
Lady west.