La aparición de Mrs Veal, un relato de fantasmas para adolescentes y adultos
Mrs Veal era una mujer de unos treinta años, hermosa pero soltera, que no andaba muy bien de salud y no trabajaba. Tenía un hermano, que se preocupaba mucho por ella, y una amiga con la que compartía largas horas de tertulia.
Yo os narro esta historia tal cual me la contó mi buena amiga Mrs Bargrave, la amiga íntima de Mrs Veal. Ella siempre me dijo que eran íntimas desde la niñez. Mrs Veal no tenía padre y siempre andaba escasa de recursos. En realidad, le sostenía su hermano, y ella, movida también por la piedad, la visitaba con frecuencia. De hecho, muchas veces su amiga le había dicho que sentía una gratitud inmensa, y que jamás permitiría que se estropeara su amistad.
Ambas jóvenes se contaban todos sus secretos, leían libros juntas y paseaban con frecuencia por las avenidas principales. Mrs Bargrave le ayudaba cuando tenía alguno de sus ataques. A Mrs Veal a veces le entraban muchos sofocos y le costaba respirar.
Mrs Bargrave era toda atención hacia su amiga. Hasta que un día Mrs Veal comenzó a trabajar. Su hermano le había conseguido un puesto de trabajo, pero lejos de Canterbury, en donde vivían. Y esto hizo que poco a poco la relación entre ambas amigas se fuera enfriando, hasta el punto de distanciarse por completo. Mrs Bargrave llegó a estar dos años y medio sin saber nada de su amiga.
La aparición de Mrs Veal: La visita
Era 8 de septiembre de 1705. Este dato es importante, como veréis después. Ese día, que era sábado, alguien llamó a la puerta de la vivienda de Mrs Bargrave. ¡Menuda sorpresa se llevó al ver a su amiga!
– ¡Cuánto tiempo sin saber de ti!- le dijo llena de ilusión.
Pero cuando la joven fue a darle dos besos, su amiga se apartó con delicadeza y dijo:
– Perdona que no te bese, pero es que estoy un poco fatigada y sudo mucho.
Mrs Bargrave perdonó a su amiga y la invitó a sentarse. Tenía muchas ganas de que le pusiera al día de cómo le iba todo.
– ¿Y tu hermano? ¿Por qué no te ha acompañado hasta aquí?
– Bueno- contestó Mrs Veal- No quería decirle nada por si me metía prisa. Y tenía muchas ganas de verte. Así que preferí hacer el viaje sola.
– Eres muy valiente, teniendo en cuenta tu estado de salud.
– Creo que merecía la pena. Me gustaría pedirte perdón por haber estado ausente tanto tiempo…
– Oh, ya estás perdonada, no te preocupes.
– Pensarías que soy una amiga horrible.
– No, tampoco ha sido para tanto. Me entristeció mucho perderte, eso es verdad…
La aparición de Mrs Veal: El extraño favor
– Me gustaría pedirte un favor- dijo entonces Mrs Veal.
– Claro, dime, ¿qué puedo hacer por ti?
– Escribir una carta a mi hermano. Me gustaría decirle en esa carta que deseo que reparta todas mis sortijas y que le de una parte de mis bienes a mi primo Watson.
– Pero, ¿por qué no le escribes tú esa carta? – preguntó extrañada su amiga.
– No me encuentro bien- dijo entonces pasándose la mano por la frente- Y créeme, debes hacerlo tú. Ya descubrirás el motivo…
Su amiga vio entonces que efectivamente estaba punto de tener uno de sus ataques, así que se sentó más cerca de ella por si tenía que ayudarla. Se fijó entonces en la preciosa tela de seda de su vestido a rayas, y hasta lo tocó.
– ¡Qué tela tan maravillosa!- le dijo Mrs Bargrave a su amiga.
– Sí, este vestido le mandé hacer a medida para mí…
Después Mrs Veal le preguntó a su amiga por su hija:
– Si quieres, mando a buscarla.
– Oh, sí, me haría mucha ilusión verla- contestó Mrs Veal.
Y su amiga salió un momento a mandar el recado a través de una vecina. Cuando regresó, se encontró a Mrs Veal en la puerta, lista para irse.
– Pero, ¿te vas ya? ¡Si va a venir mi hija! Espera un poco…
– No puedo, amiga, debo irme ya, pero muchísimas gracias por todo. Ha sido un placer volver a pasar un rato contigo.
Y Mrs Bargrave vio cómo su amiga se alejaba, y la pudo seguir un rato con la mirada, hasta que se perdió al girar por una calle.
La aparición de Mrs Veal: La impactante noticia de la muerte de Mrs Veal
Al día siguiente, Mrs Bargrave mandó un recado a casa de Watson, el primo de su amiga, que vivía en esa misma ciudad. Quería saber si estaba todavía allí para ir a verla. Pero Watson se extrañó tanto por la pregunta, que decidió ir él mismo a visitar a Mrs Bargrave.
– He querido venir en persona para darte la noticia… Mi prima falleció el pasado 7 de septiembre, a causa de uno de sus ataques.
– ¿El viernes?- preguntó extrañada Mrs Bargrave- ¡Es imposible! Ella misma me visitó el sábado. Llevaba un precioso vestido de rayas y estaba elaborado con una seda fantástica.
La mujer de Watson, que le había acompañado, dio un grito de espanto.
– ¡Dios mío! ¿Cómo sabes eso? Ese vestido lo confeccionamos a medida entre las dos y nadie conocía esos detalles.
– ¡Pues yo misma toqué la tela! Y ella me contó muchas cosas, como que recibía una pensión de 10 monedas al mes…
Tanto Watson como su mujer se quedaron atónitos, y le mostraron la esquela recién impresa con la fecha de la muerte.
Desde entonces, los amigos del hermano de Mrs Veal acusan a Mrs Bargrave de mentirosa. Ninguno se cree su historia. Yo sí. ¿Qué interés tenía ella en inventar algo así? El resto, queda a merced de la opinión de cada cual.