Este es el relato de un chico que se enamoró de una modelo webcam, pero lastimosamente su amor no fue suficiente para que se quedara con él.
Todo empezó cuando una amiga me presentó a Juliana. Una chica hermosa y muy bien vestida, su mirada daba esa sensación de ser una mezcla entre chica tierna y pícara.
Fue fascinante conversar con ella, tenía una voz tan sensual y agradable. Cada vez que hablaba me perdía en el movimiento de sus labios y me embargaba unas ganas enormes de probarlos.
Al despedirnos tomé la iniciativa de pedir su número telefónico para salir en otra ocasión, tomó mi teléfono y lo apuntó diciendo que esperaría con ansias mi llamada.
Por supuesto, le escribí a los 3 días y le puse una cita en un lindo bar que era un poco oscuro, con un ambiente medio romántico.
Yo estaba muy nervioso, esta chica me gustaba mucho y producía en mí muchas sensaciones y deseos.
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La noche fue magnífica, tomamos unas copas de vino y charlamos de todo, incluso me atreví a preguntar si tenía pareja, a lo que ella me respondió que era algo complicado.
Dijo que estaba pasando por un momento emocionalmente difícil y que había recién terminado una relación, pero aún intentaba superarlo. “No es tan fácil para alguien como yo tener una pareja estable” dijo.
Me pareció descabellado lo que escuchaba y le pregunté qué porque lo decía.
Voy a confesarte algo, porque me gustas y quiero que sepas desde el inicio como son las cosas, la verdad soy modelo webcam.
Le respondí que me parecía una chica genial y que a mí no me importaba eso, era un trabajo como cualquier otro. Además, ella no se estaba acostando con nadie, solo era de manera virtual donde solo la veían.
Para mí eso no cambiaba lo que ella era como persona y como mujer, me encantaba por su madurez, sus planes y proyectos, su ternura y su manera desinteresada de querer a las personas.
Parecerá tonto, pero solo basto 2 salidas para conocer todo eso de ella.
De un momento a otro se abalanzó sobre mí y me dio un beso, dijo que nunca había conocido a alguien como yo.
En nuestra segunda cita no pudimos aguantar las ganas y tuvimos la mejor noche de mi vida, una noche romántica y candente, llena de placeres hasta el amanecer.
Pasado el tiempo todo marchaba muy bien, salíamos de paseo, me daba lindos regalos e incluso a veces me invitaba a cenar en lugares lindos y en ocasiones se quedaba a dormir en mi casa. Yo ya estaba sobre las nubes, cada día más enamorado.
Un día me pareció muy raro que no contestara el celular y tampoco respondiera los mensajes, realmente me desesperé porque a decir verdad lo primero que pensé es que estaba con su ex.
Yo sabía que ella aún estaba en contacto de vez en cuando con él, pero yo lo entendía y ella no lo negaba, aunque ella antes nunca había dejado de contestar los mensajes o las llamadas.
En la noche volví a insistir, pero no fue posible contactarla. Después de dos días de no saber nada de Juliana llegó un mensaje a mi teléfono justamente de ella.
En dicho mensaje se disculpaba conmigo y decía que no se sentía bien, que me quería mucho, pero que aún sentía cosas por su ex pareja y que lo mejor era que cada quien tomara su camino.
Quedé desconsolado y no comprendía como podía pasar esto, ella siempre me había dicho que él la trataba mal por ser modelo webcam, la menospreciaba e insultaba, incluso le decía que dudaba que encontrara a alguien que soportara ser pareja de alguien como ella, con ese trabajo de mala reputación.
Nunca le reproche por eso, por el contrario, siempre la apoye y la alenté para que alcanzara cada meta que se proponía, solo quería que ella fuera feliz y que compartiera su felicidad conmigo, pero aun así ella decidió regresar con él.
Nunca había pensado en esto, pero muchas modelos webcam reciben maltratos de parte de sus parejas y ellas lo toleran pensando que no podrán encontrar a alguien que las valore realmente.
Yo conté con la mala suerte de que ella no pudo dejar a esa persona que tanto la lastimaba, aun cuando yo estaba ahí para ella.
