Te Leí Tarde.
UN MENSAJE A LAS 2:13 AM
Esa noche, Valentina no podía dormir.
El aire estaba pesado, como si algo fuera a pasar.
El silencio de su habitación era interrumpido solo por el zumbido del celular que tenía en la mesa de noche.
Valentina 💭 (pensando):
¿Por qué me escribe ahora? Después de días sin responderme...
Nico
No podía dormir. Pensaba en ti.
Nico
Sí. Perdón por alejarme... No sé cómo explicarlo.
Valentina
¿Por qué lo hiciste, Nico? Me dejaste hablando sola. Otra vez.
("Nico 🩷" ha eliminado un mensaje)
Nico
Te extraño. Solo eso.
Valentina
No juegues conmigo.
Nico
Nunca lo haría. Bueno… al menos no a propósito.
La pantalla brillaba más que nunca.
Valentina sentía cómo ese simple “te extraño” volvía a abrir la herida que apenas había logrado cerrar.
Llevaban semanas sin hablar.
Él desaparecía.
Siempre volvía de madrugada, como una promesa que nunca terminaba de romperse ni de cumplirse.
Suspiró.
Lucía le había dicho que lo bloqueara, que le dejara en visto, que se respetara.
Pero ¿cómo haces eso cuando tu corazón todavía late por un mensaje?
[CHAT - WHATSAPP CON LUCÍA 🐍]
Valentina
Lucía, me escribió.
Lucía
¿QUIÉN? No, no me digas... ¿Nico?
Valentina
Sí... me puso que pensaba en mí.
Lucía
Mira, Vale, con cariño: ese chico no está bien. No sabe lo que quiere y tú no eres su terapia emocional.
Valentina
Pero si lo quiere intentar... ¿Y si esta vez es en serio?
Lucía
¿A las 2 de la mañana, después de ignorarte una semana entera? Suena más a ‘me siento solo’ que a ‘quiero construir algo’.
Valentina bloqueó la pantalla.
Tenía ganas de llorar, de escribirle, de decirle que también lo extrañaba, pero que no podía seguir así.
En cambio, abrió el chat de Elías.
Su ex.
A veces lo usaba como ancla.
No porque lo amara, sino porque era el único que nunca desapareció.
Pero no le escribió.
Solo lo pensó.
Qué jodido estaba todo.
Nico
Yo también. Cansado de huir.
Valentina
Entonces deja de hacerlo.
Se quedó mirando ese último mensaje suyo durante varios minutos.
Visto.
No respondió.
Cerró el chat.
Se abrazó las piernas.
Y entonces llegó otro mensaje.
Pero no de Nico.
[CHAT - NÚMERO DESCONOCIDO]
¿?
No confíes en Nico. Él sabe lo que hizo.
Valentina sintió el corazón en la garganta.
El mensaje no tenía foto de perfil.
Ni nombre.
Nada.
Lo leyó varias veces.
¿Broma?
¿Lucía, tal vez?
¿O... algo más?
El celular vibró de nuevo.
Esta vez, una nota de voz de Nico.
Pero ella no la abrió.
Solo levantó la mirada hacia la ventana, y por primera vez, se sintió realmente observada.
MENTIRAS Y PANTALLAS ROTAS.
Valentina no durmió esa noche.
El mensaje del número desconocido la había dejado con un sabor amargo.
Su cabeza iba a mil:
¿quién era?
¿Qué sabía?
¿Por qué justo ahora?
A las 8:12 AM, después de ver salir el sol sin cerrar los ojos, se armó de valor y decidió responder.
[CHAT - NÚMERO DESCONOCIDO]
¿?
La persona que ve lo que tú no quieres ver.
Valentina
¿Qué sabes sobre Nico?
¿?
Todo. Incluyendo lo de Mariana.
El nombre la congeló.
Mariana.
Una ex de Nico.
Una de la que él no hablaba nunca.
La que, según rumores, desapareció de la escuela sin decir adiós.
Valentina tragó saliva.
Hasta ahora, había creído que Mariana simplemente se había ido por razones personales.
Eso le había dicho Nico:
“Era una relación tóxica, no quiero hablar de ella.”
Pero ahora…
Valentina
Lucía, ¿te acuerdas de Mariana?
Valentina
Un número anónimo me escribió anoche. Me dijo que Nico me está usando. Y nombró a Mariana.
Valentina
Vale, eso es grave. Muy. Mariana no desapareció así porque sí. A mí una vez me dijo que tenía miedo. ¿Nico te ha contado algo de ella?
Lucía
Nada. Siempre cambia el tema.
El día se volvió plomo.
La comida no bajaba.
Las notificaciones parecían gritos lejanos.
Cada vez que veía el nombre “Nico” en la pantalla, el estómago le dolía.
A las 5:46 PM, finalmente Nico volvió a escribirle.
Nico
Te envié una nota de voz anoche. ¿La escuchaste?
Valentina
No. No quiero escuchar nada que puedas borrar después.
Valentina
¿Quién es Mariana?
Ahí estaba la confirmación.
El silencio.
Valentina tiró el teléfono contra la cama.
Se levantó.
Caminó por la habitación.
Se detuvo frente al espejo.
Su reflejo le devolvía una cara ojerosa, confundida, enojada.
Recordó las veces que Nico la dejó plantada, los mensajes sin responder, los silencios, las promesas.
Y recordó algo más:
la sonrisa de Nico cuando hablaba de "chicas que se obsesionan".
¿Y si Mariana no era la obsesiva?
¿Y si Nico era el problema?
Casi sin pensarlo, Valentina desbloqueó el teléfono y volvió al chat con el número desconocido.
[CHAT - NÚMERO DESCONOCIDO]
Valentina
¿Qué pasó con Mariana?
¿?
¿Estás lista para saberlo?
¿?
Entonces ven esta noche al parque del reloj. 11:00 PM. No le digas a nadie. Y no vengas con Nico.
¿Una trampa?
¿Una advertencia real?
El miedo se mezclaba con una adrenalina que no sentía desde que se enamoró por primera vez.
Valentina
Me citaron esta noche en el parque del reloj. Quiero ir.
Lucía
¿Y si es una trampa?
Valentina
Necesito respuestas. Y no las voy a tener quedándome en casa.
Cuando dieron las 10:45 PM, Valentina se puso una sudadera negra, recogió el cabello en una coleta, guardó gas pimienta en el bolsillo y salió por la ventana.
Como cuando era niña.
Como cuando escapaba para ver a Nico.
Solo que esta vez, no iba a buscar amor.
Iba a buscar la verdad.
Y detrás de los árboles del parque, alguien ya la esperaba, observándola.
EL CHICO DEL PARQUE
Valentina llegó al parque del reloj a las 11:01 PM.
El viento soplaba con fuerza y la neblina empezaba a cubrir la tierra como un secreto que no quiere ser contado.
Sus pasos resonaban en el silencio nocturno.
Casi podía escuchar su propio corazón golpeando dentro del pecho.
La voz surgió desde la oscuridad, suave como un susurro, pero con un tono cargado de significado.
Ella giró bruscamente.
Un chico estaba ahí, encapuchado, recostado contra la vieja estructura del reloj oxidado.
No lo conocía.
O eso pensaba.
El chico se quitó la capucha.
Pelo oscuro, ojos demasiado tranquilos para ser de fiar.
Sonreía sin mostrar los dientes, como si supiera algo que Valentina no.
Elías
Me puedes llamar Elías.
Valentina
¿Eres tú el que me escribió desde el número desconocido?
Elías
Sí. Y no estoy aquí para asustarte. Estoy aquí porque quiero que sepas la verdad.
Valentina dio un paso atrás.
Valentina
¿Por qué debería creerte?
Elías
Porque yo estuve con Mariana. Y sé lo que Nico le hizo.
Sus palabras cayeron como un balde de agua helada.
Valentina apretó los puños.
Elías respiró hondo.
Se sentó en uno de los columpios vacíos y comenzó a balancearse, como si regresara a una escena traumática.
Elías
Mariana estaba enamorada de Nico. Igual que tú. Al principio era todo risas, flores, mensajitos tiernos… pero después… empezó a cambiar. La controlaba. Le decía con quién hablar. Revisaba su teléfono. La hacía sentirse culpable por cosas que no había hecho.
Valentina lo escuchaba con los labios entreabiertos.
Elías
Una vez… Nico le dijo que si lo dejaba, él se encargaría de que todos pensaran que estaba loca. Y lo hizo. Filtró mensajes, audios… manipuló todo. Mariana desapareció porque no aguantó más. Se fue del país.
Valentina
¿Estás diciendo que Nico la destruyó?
Elías
Y tú eres su próximo trofeo.
Valentina miró al suelo.
El frío de la noche ahora parecía haberse instalado en su pecho.
Valentina
¿Y tú por qué me cuentas esto? ¿Qué quieres de mí?
Elías
Nada. Solo que no termines como Mariana. O peor.
Ella lo miró, buscando alguna señal de mentira.
Pero lo único que encontró fue tristeza.
Valentina
¿Y cómo sabes tanto? ¿Fuiste su novio?
Elías se quedó callado.
Miró al reloj.
Marcaba las 11:11.
Elías
Fui algo más. Fui el que creyó en ella cuando nadie lo hizo. El que guardó todo lo que Mariana le mostró. Pruebas. Conversaciones. Videos. Y ahora quiero que tú lo veas.
Sacó un pendrive de su bolsillo y se lo tendió.
Elías
Aquí está todo. Lo que hizo Nico. Lo que Mariana no pudo decir en voz alta.
Valentina lo tomó con manos temblorosas.
Valentina
¿Qué esperas que haga con esto?
Un ruido a lo lejos interrumpió la conversación.
Valentina giró, nerviosa.
Cuando volvió a mirar hacia Elías, él ya no estaba.
Desaparecido, como si nunca hubiera estado ahí.
Ella se quedó sola, con el péndulo del reloj marcando un minuto más hacia el abismo.
Valentina
Tengo algo. Algo grande. Mañana te lo muestro.
Lucía
¿Qué pasó? ¿Estás bien?
Valentina
No lo sé. Pero estoy empezando a ver todo claro.
De vuelta en su habitación, metió el pendrive en su portátil.
Apareció una carpeta:
~MARIANA_VERDAD~
Videos.
Capturas.
Audios.
Y una nota de voz con un nombre en mayúsculas:
~CLARA.~
Valentina
¿Clara? ¿Quién es Clara?
La historia acababa de abrir otra puerta.
Una que Valentina no sabía si quería cruzar.
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