Esta Vez Quiero Que Seas Feliz

"Dos opciones dadas amar o no amar, cuál sea elegida vendrá con una consecuencias"

El amor puede ser tan difícil, tan incompresible y a la vez tan satisfactorio que darías todo por sentirlo... Entendí cuando una vez me dijeron no te enamores porque te lastimaran, era cierto, al amar a alguien salí lastimada en el pasado.

Otra persona me dijo ama porque amar es vivir, también me dispuse a volver a amar y ahora siento que estoy viviendo.

Al ver sus golpes me contuve mucho para no llorar porque el que debería llorar ahora es Hiroshi, no yo, pero me duele verlo así, y sobre todo con una sonrisa al mirarme.

—¿Qué pasa mi duquesa, porque estás así? —toco mis mejillas con las yemas de sus dedos, sus cejas se curvaron en preocupación.

Esos ojos brillaban a pesar de todo, lástima que mi intento por parecer fuerte y no terminar en llanto fuera una completa desgracia. Mis ojos terminaron por parecerse a una cascada.

—Vamos a dejar de llorar —termino abrazándome— Duele más verte llorar que estos golpes, cada lagrimas tuyas son una desesperación para mí. No dudo de que destruiría el mundo si pudiera por una sonrisa tuya.

—Cuando dejaras de ser tan así —solté al acariciar su cabello.

— Jajaj ¿cómo así? Yo soy lo que tú creaste.

— Eres muy fuerte Hiroshi — lo mire con una sonrisa aún con pocas lagrimas.

—Eso lo aprendí de ti —tomo mis manos para besarlas — Tu fuiste la que me enseño a sonreír a pesar de estar con lagrimas, a ser fuerte con una sonrisa. Milai tú eres la causa de que ahora esté con una sonrisa.

—Enserio eres idiota —le di un beso en la mejilla— Nunca te dejaría.

Cuando Hiroshi se convirtió en lo más valioso que me pudo dar la vida al regresar, nunca pensé volver a sentirme viva, pelear por alguien o enfrentar a muchas dudas solo por verlo sonreír.

Las heridas eran bastantes profundas tanto que tuve que desinfectarlas para después vendarlas. Cada movimiento que hacía me dolía más que al herido, pero el tirano sólo se río de mí. Aunque era molesto, lo prefería antes que verlo triste.

— ¿Por qué te gusta? — preguntó al seguir vendiendo.

—Y esa pregunta— tomó mi mano para hacerme sentar en su regazo, con mucha delicadeza.

—Solo quiero saber, es normal verdad— no pude evitar mirar a esos ojos que son como la noche.

Una noche fría y a la vez tan acogedora.

— Mmmm ¿porque me gustas? — sostuvo mi cabello — Solo a tu lado logro ser feliz, contigo todo lo que está a mi alrededor pasa a segunda mano, realmente no sé cómo explicarlo pero amo todo de ti, volvería en el tiempo las veces que sean necesarias para verte otra vez, para estar contigo por la eternidad — bajó la cabeza rindiéndose — Contenta.

Como enamorar a alguien en simples palabras, y como no amarlo si casi me saca el corazón y lo posiciona como suyo.

—Enserio —me da un golpe en la frente— No cambias, uno trata de ser un romántico para que la señorita esté en las nubes.

—Disculpa, había olvidado que estabas aquí—mentí, la peor decisión que pude haber tomado.

El mendigo tirano no solo puso sus labios en los míos para sellarlos, sino que también besó mis orejas que por alguna razón se sintieron calientes y a la vez daban cosquillas tanto que me puse roja... Pero no me desagradaba estar en una posición donde estaba demasiado cerca, donde los latidos se escuchaban claramente, no pude evitar mirar nuevamente esos ojos deslumbrantes, derretirme como helado y dejarme llevar.

En ese momento donde solo era para los dos, la puerta se abrió de golpe dejándome casi sin alma y a Hiroshi todo abatido escapándose su alma a la cual la sostuve en el momento preciso.

— Milai Gensin ¡¿Que haces? ! — Soltó a mi padre casi al borde del desmayo.

—Hay cariño, no seas tan dramático —mi madre lo sostuvo de sus hombros antes de que cayera— Además está en esa edad en donde...

Su explicación era como un arma en movimiento apuntada a mi padre, tanto que a nosotros también nos dejó helados. Ni sabíamos que podíamos hacer eso.

¡¡Basta mi inocencia se está cayendo!

Sin embargo la voz de mi conciencia me decía mentirosa, si sabía de esas cosas, pero aunque no lo parezca yo no tenía nada pensado hacer, menos esas cosas con Hiroshi, además en el pasado tampoco se me pasó por la cabeza llegar a ese punto con Logan...

Te podrías preguntar entonces que tanto pensaba, pues en el pasado más veía casándome y nunca llegue a pensar en la luna de miel y ahora menos.

Burra tenía que ser, no mi hija, tu Milai ya ni la muelas. Estás totalmente perdida.

Después del alboroto que se armó y la recuperación de almas se vino la declaración del por qué tenía a un chico en mi habitación y que hacía Hiroshi en mi casa.

Bueno, para resumirlo no sabía donde más ir, estaba claro que no podía volver a esa casa después de que lo habían encerrado como un animal y volver a su departamento no estaba ni por un segundo en los planes, estaba segura que su padre iba a denegar la entrada así que mi última solución fue mi casa.

Explicarle a mis padres quienes no se encontraban en casa cuando llegamos los dos, era como explicar un ejercicio de matemáticas un problema que se hace cada vez más grande. Por suerte no estuve sola. Hiroshi se dispuso a contar su historia, aspectos que no conocía pero que me dejaron más enojada con su padre y toda su familia...

Mi madre comenzó a llorar de la misma forma que lo hice yo, mi padre, bueno él se contuvo por unos segundos para después terminar llorando.

Si éramos una familia que esperaba, una familia que lloraba mucho.

Al contar su historia se sintió como si todo lo que cargaba hubiera desaparecido, tomó mi mano y nunca la soltó hasta que terminó. Di las gracias de que por una vez en su vida conoció a un amigo que le hizo feliz y que ahora yo era la causante de esa felicidad. No me sorprende el hecho de que se metía en peleas, lo noté por su cuerpo bien definido, además de que se fue a los golpes con Logan no solo en el presente también en el pasado y ninguna perdió. Aplausos para el tirano.

—Bueno Hiroshi eres un miembro más de la familia —le tendió la mano, para abrazarlo con apoyo —Bienvenido.

— Eres un hijo más para nosotros Hiroshi — acompañó mi madre con palmaditas en la espalda.

Sus ojos fueron a buscar los míos, encontrándolos en completa perdición por él.

Pude notar que se contenía el llanto, Hiroshi era humano después de todo, quién hubiera imaginado que hace muy poco tiempo pensé que no provenía de este mundo, lo que no cambió fue su tiranía. Demonios el odioso me dio una risa de victoria cuando mis padres le dijeron que se podía quedar en mi casa todo el tiempo que quiera y mi madre toda valiente propuso que se quede en mi habitación ahí la razón por su sonrisa. Pero mi padre dijo claro que no, casi se destrona nuevamente, y sugirió que duerma en el sofá. Rápidamente sonreí con victoria a lo que él sonrió con bastante elegancia como si ya lo hubiera sabido de antemano.

La noche no pasó de manera rápida como todas las veces, parecía que el tiempo estaba lento tanto que no podía cerrar los ojos, a estas horas mis padres deben estar en su quinto sueño. Tenia que tomar algo de agua no sin antes ser juzgada por mi mente.

"Es una gran escusa para ir a ver al tirano".

No es cierto.

"De cuando aquí Milai Gensin toma agua"

Nunca es tarde para tomar agua una vez al mes.

"Seguro que quieres verlo".

¡Que! No es así.

"Mientes, mientes como una lombriz".

Al final de la conversación conmigo misma, a este paso me veo más loca que descuidada.

"Si eres de las dos"

Ahhhh ya lo sé, al bajar las escaleras lo hice con cuidado antes de pasar por la cocina fuí a ver al tirano. Estaba preocupada así que tenía que ver cómo estaba.

"Sí, claro, a otro perro con ese hueso"

Maldita mente, tú siempre ganas.

Al verlo estaba un poco incómodo en el sofá, y la cama que lo cubría estaba solo en sus piernas dejando la parte de arriba con bastante frío. Me asome para taparlo, unos de sus mechones se habían caído hacia su frente tapando uno de sus ojos, y lentamente lo deslice hacia otro lado.

—No puedes dormir sin mí verdad —sonrió al tomarme la mano.

—Ya quisieras, solo baje por un vaso de agua —evitó mirarlo.

Aunque estaba oscuro, la luz de la luna me delataba, estaba nerviosa con ganas de correr porque me atraparon con las manos en la masa y claro que mi mente no se quedó callada.

"Así te quería agarrar puerca".

—Y bien ¿Donde está el vaso de agua? —preguntó al ver que no tenía ningún vaso.

Con dificultad se dispuso a sentarse y señalar el puesto que estaba a su lado para que tome asiento con un movimiento de manos típico del tirano, él no dice, él ordena.

—Se me olvidó —miró sus heridas— Te duele.

—No, tranquila estoy mejor —apoyo su cabeza en mi hombro —Ahora entiendo porque eres tan amable, tus padres son tan diferentes a los míos.

—Si, ellos parecen duros pero son un amor —acarició su cabeza—. Aún no puedo creer que de esa familia tú seas tan diferente.

—Tal vez no soy diferente, tal vez soy peor —note como sonreía amargamente.

—No me importa si eres mejor o peor, ahora solo quiero estar contigo y es un punto final sin un tal vez solo uno con determinación —Hiroshi me miró profundamente y me dispuse a tomar sus manos —¿Entonces te quedarías conmigo Hiroshi?

—Ya sabes cual es la respuesta, pero mejor te hago yo la misma pregunta, ahora no tengo dinero ni donde quedarme, por lo visto ni apellido tengo y no sé cuanto tiempo me tome juntar algo de efectivo para tenerte a mi lado. Sabiendo esto te quedarías conmigo.

—Ahora que lo pones así creo que no — bromeé —Pero de algo has de servir así que me quedaré contigo.

Esa fue una venganza por decir que tenía más defectos que perfecciones.

—Te estas vengando— me miro de forma traviesa.

Este tipo acababa de leerme la mente.

—Sabes, sé que puedo superar todo, porque ahora estoy con quien quiero estar.

Un beso delicado lleno de emociones fue dado en una noche donde la luna podía ser testigo de lo mucho que acabábamos de descubrir lo que era sentir calidez y estar con alguien con quien te sentías más cómoda y totalmente en estado de emoción con los ojos del corazón.

Este día había sido de mucha adrenalina, de enfrentamiento, de discusiones, de allanamiento de propiedad privada, de romper la puerta como un cavernícola.

Si era de muchas, pero valía la pena. Ahora que lo miro nada de lo que pasa me parece real, y siento miedo de que algún día me pueda despertar y que todo lo que estoy viviendo sea un simple sueño. Volver del pasado me dio una ventaja de saber la realidad a lo que me enfrentaba, pero también me dio una oportunidad de rehacer una vez más mi vida con decisiones sin egoísmo ni pedidas de amor.

La noche pasó y desperté como siempre con los pajaritos, pero mi cuello estaba en modo que si lo movía lo rompía. No me di cuenta cuando nos quedamos dormidos sentados en el sofá con mi cabeza en su hombro y su cabeza apoyada en la mía.

Una tierna vista, pero por dios no la recomendaba ahora mismo mi cuello está adolorido y ni hablar de que tenía que apresurarme para que mis padres no me vieran en tal enseñanza comprometedora. Estoy segura que solo ayer era la perdición de almas hoy no por favor. El mendigo tirano ni se despertó, antes de irme le di un beso en la frente lo cual hizo que sonriera sin abrir los ojos.

Ahora estoy de vuelta a la cama de mi habitación como la niña buena que soy.