VOLVERÉ A AMARTE

Ya todo estaba listo para la partida de Leah y a su vez la de Dereck y Phill, pero este viaje era un secreto para todos

Leah ya se encontraba en la puerta de la mansión y solamente los sirvientes estaban para despedirla y no había señales del duque, algo que le extraño mucho, pues siempre era él, el primero en despedirla ya sea desde la habitación o en la puerta, así que sin más se subió al carruaje y uno de los guardias dio la orden de avanzar

-¿Mi señora, le pasa algo o olvido algo?

-No, es solo que Dereck no estaba, de casualidad escuchaste algo

-No mi Señora, lo siento

-Bueno, está bien igual y se volvió a sentir mal y no pudo salir, llegando al marquesado le enviaré una carta

-Eso es bueno, mi señora

Mientras Leah se dirigía al marquesado, desde más temprano Dereck y Phill ya habían salido del ducado rumbo al palacio azul, que era el lugar en donde descansada la Emperatriz Madre, la madre del emperador padre de Andrés y Dereck y recibía este nombre debido a que el lago que estaba cerca de allí se reflejaba en la primera planta creando un efecto de que esa área estaba pintada de azul y era usada para cuando el abuelo quería descansar y quería alejarse del bullicio del reino, así que al morir el abuelo y dejar como emperador a su hijo Izan (padre de Dereck), su abuela se mudó allí, ya que de alguna forma le recordaba a su difunto esposo

-Sean bienvenidos, Su Excelencia Dereck y Marquez Stein, nuestra Emperatriz Madre los está esperando en el jardín, por aquí

-Gracias, Marcus-, contestaron ambos al mayordomo principal del palacio azul y fiel sirviente de sus abuelos

El jardín siempre estaba colorido con todos los árboles y flores que a sus abuelos les gustaba, así que era imposible para Derrck no recordar cuando era más pequeño y jugaba con su hermano y su abuelo, al llegar al otro extremo se encontraba yya una mesacon todo lo necesario para tomar el té e incluso comer, pero lo que más destacaba era una mujer que a pesar de tener una edad avanzada aún se miraba fuerte e imponente y refinada, Phill, en cambio, estaba muy asombrado nunca había visitado el palacio azul y ahora no lo podía creer, pero al llegar a donde estaba la abuela de su amigo se quedó boquiabierto, pues realmente Dereck muy, pero muy si no es que igualito a su abuela, ahora ya sabía que su amigo sería siempre una persona atractiva

-Majestad, sus invitados han llegado- dijo Marcus haciendo una reverencia a la elegante mujer mayor

-Sean bienvenidos, Duque y Marqués

-Saludamos a la primera Luna del reino Nasáu, la Emperatriz Madre- dijeron ambos y poniendo u a rodilla en el suelo y su cabeza agachada

-Pueden levantarse, Marcus que empiecen a servir el almuerzo

-Si, Su Majestad

Ambos jóvenes se levantaron y tomaron asiento en la mesa que se había dispuesto para ese almuerzo

-¿Y bien, a que debo la visita de mi nieto y su amiguito? ¿Porque hasta ahora me visitas?

-Perdón abuela, lo que pasa es que el ducado ha tenido problemas en la frontera pero todo bien ¿y como has estado?

-Pues no me puedo quejar tu padre viene cada dos semanas y tu hermano junto con él, así que muy sola no estoy, ¿y tu Phill espero ya me traigas la invitación a tu boda?

-¡Abuela, como se le ocurre decir eso! ya está como mis padres

-Hijo, ya estas en una edad en que ya deberías al menos tener prometida, digo eres el heredero de la familia Stein necesitar salir o... ¿eres homosexual? digo no te juzgo cada quien pero habla con tu familia acerca de eso o si gustaslo hago yo

-¡Aaaabuela! ¡No soy homosexual! ya ves es tu culpa por hacer esos comentarios

Dereck se estaba muriendo de la risa, vayaque su abuela era muy ocurrente, en eso estaban cuando se escucho otra voz

-¿Que pasa aquí, que mi hijo está casi muriendo de risa?

Los tres voltearon en dirección a donde provenía, encontrándose con una hermosa mujer de cabello y ojos rojos y con una expresión amable, que tanto Dereck como Phill se pusieron de pie para hacer el saludo

-Saludamos a la nueva Luna del reino Nassau, la Emperatriz Hazel Káiser

-Gracias y que varoniles se ven, pero como estamos de incógnitos, los honoríficos quedan fuera, así que tomen sus lugares y ¿díganme que era eso tan gracioso?

-Pues que mi abuela piensa que a Phill le gustan los hombres, madre

-¿Eso es verdad mi pequeño Phill? bueno conozco a uno que otro noble que también tienen esas preferencias,si quieres te los presento

-¿Usted también Majestad? no soy homosexual, a mi me gustan las mujeres solo que no pienso casarme aun, eso es todo

-Bueno no te enojes, ya luego hablamos de encontrarte una prometida

-Bueno comamos porque ya los espere bastante y solo desayune ligero y no puedo aguantar mucho sin comer

Así las cuatro personas disfrutaron de su almuerzo y hablando de cosas triviales, hasta que ya solo estaban con el té, es cuando Hazel preguntó

-Muy bien hijo, ¿porque nos pediste vernos aquí con tu abuela y sin escoltas?

-Bueno madre, aah, no se como decirlo

-Pues hablando, no muchacho

-Madre, por favor deje que Dereck nos diga que es lo que pasa

Pero al ver que Dereck no hablaba y se levantó a ver el lago, ambas mujeres sabían que era algo grave ya que era muy raro verlo así

-Por lo que veo, lo diré yo- les dijo Phill

-No, no Phill, yo lo haré... Madre y abuela las cite aquí porque quiero divorciarme de Leah Lombrath y no es por falta de amor, bueno al menos de mi parte, ya lo intente todo y nada funcionó y... aún se manda cartas con mi hermano

Dereck observo a Hazel pues Andres no dejaba de ser su hijo, su sangre, nacido de su vientre, pero se sorprendió al ver que estaba tan enojada y con sus ojos en llamas que lo dejo desconcertado

-¡Estúpido Andrés! Se lo dije tantas veces- dijo Hazel llevándose las manos a la cara -Perdón Dereck, no sé que decirte, créeme que me da tanto coraje que quiero darle un castigo tan severo que hasta desconocerlo como mi propio hijo, y de Leah también porque en cierto modo yo soy una de las que apoyo tu matrimonio- diciéndolo ya con su voz rota y comenzando a llorar, siendo consolada por la Abuela Abby y de inmediato Dereck camino hasta donde se encontraba y la abrazo dejando que Hazel llorara toda la culpa que sentía